Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

miércoles, 20 de junio de 2012

ALEJADO DE LAS TECLAS


Tres meses ya sin escribir ni una palabra en el blog. No es que no haya hecho ninguna salida en bici, que pocas he hecho, sino que casi sin proponérmelo le fui cogiendo el gustillo a no perder tiempo en el ordenador escribiendo crónicas sobre si había hecho esto o lo otro.

Ya llevaba tiempo perreando bastante a la hora de tener que plasmar en el blog mis impresiones sobre las salidillas que iba haciendo. Y es simplemente la sensación de perder tiempo delante del ordenador la que me ha ido quitando las ganas de escribir.

Vale que tampoco hace falta escribir un libro cada vez que coges la bici, pero cada uno es como es, y a mí me gusta explayarme un poco, qué le voy a hacer. Y llega un día en el que tardas más de la cuenta en hacer la crónica, y se te junta con la siguiente, pero como no andas muy animado se te junta con otra más, y al final acabas por pasar de todo y no escribir nada.

Y no veas la tranquilidad que me ha traído el pasar un poco del blog. Más tiempo para dormir, más tiempo para descansar, más tiempo para hacer otras cosas. Sobre todo, el tema de las pocas horas de sueño es lo que más ha influído a la hora de dejar de lado el blog.

Porque ya no es sólo escribir la crónica, con todo lo que eso comporta (datos, fotos, redactado…), sino el seguir otros blogs, escribir y responder comentarios… En fin que últimamente he pasado un poco del ordenador y de todo lo que gira a su alrededor.

Sin embargo, como esto del blog no deja de ser un “diario personal”, pues te quedan siempre las ganas de ponerte algún día y hacer ni que sea un pequeño resumen de las cosas que has ido haciendo, y que quede así constancia para el día en que te dé por rememorar tus vivencias sobre la bici.

Ni siquiera recuerdo ya qué salidas he ido haciendo, suerte que en el gps queda todo grabado...



JUEVES 29 DE MARZO. EL PI TALLAT

La verdad es que no recuerdo porqué, pero supongo que si salí un jueves a las dos de la tarde fue porque tendría fiesta en el trabajo.

El caso es que me dio por intentar hacer un tramo de una ruta que hace ya muchos meses se me metió en la cabeza, y que ya no sé si algún día la acabaré de preparar. Y digo intentar porque las subidas que me iba a encontrar, el desarrollo “con un piñón menos” que llevo ahora, y el pésimo estado de forma que tenía no aconsejaban aventurarse mucho. Pero la verdad es que tenía muchas ganas, así que me dije que por qué no iba a ser capaz…

Casualmente he encontrado un trozo de la que tenía que haber sido la crónica de aquel día, y que quedó archivada en la carpeta del olvido…

"En realidad no tenía pensado ir al Pi Tallat, pero ya que pasaba por allí…

Llevaba ya días pensando en una ruta que consistiría en enlazar dos o tres tramos ya conocidos pero que nunca había hecho de una tirada, y además investigar un trozo nuevo. Ganas tenía, pero como últimamente no ando muy sobrado, pues pensaba que quizás sería demasiado y no me acababa de lanzar.

La idea de la ruta es subir de Corbera a La Creu Aregall, bajar a El Taiò, y entonces seguir en dirección Martorell, bordeando por la Serra del Ataix, para aparecer en el polígono industrial del Congost por un camino que tenía visto de internet.

Desde el polígono seguir hasta la urbanización Can Sunyer del Palau, para entonces empezar una dura subida, dejando a un lado Sant Andreu de la Barca, con la vista puesta en la carretera que enlaza esta población con Corbera.

Una vez llegara a la carretera, decidiría si seguía por ella hasta Corbera o si me atrevía con la subida hacia Can Xandri, y desde allí a Corbera pasando por Bon Repós. La alternativa de la carretera no era menos dura, pero sí más corta.

Finalmente, el jueves, a unas horas “tardías” me decidí y salí a ver qué tal se me daba.

Como no era pronto precisamente, y también por guardar fuerzas, subí a La Creu Aregall por carretera. Aunque no tienes descanso en el pedaleo, sí que fuerzas menos las piernas que por el Camí Ral, que tiene varios tramos de esos de vaciarte las reservas de glucógeno antes de tiempo."

No voy a seguir la crónica, sólo la pongo por la gracia que me ha hecho encontrarla. Además, no tengo ganas de andar recordando ahora las sensaciones de aquel día.

Pero claro alguna cosa tendré que comentar, como por ejemplo que me gustó mucho descubrir el tramo que enlaza la Serra del Ataix con la urbanización de Can Sunyer del Palau a través del polígono de El Congost. Hay una bajada de esas que parece decirte “a ver si te atreves a subirme”…

O que una vez acabé la tremenda subida que empieza en la urbanización y vi en el mapa del gps que el famoso Pi Tallat estaba cerca no pude resistirme y me dirigí hacia allí, previo paso por una corta pero durísima cuesta del 30 y pico por ciento que inexplicablemente fui capaz de hacer subido en la bici. Cuando llegué arriba, a 190 y tantas pulsaciones por minuto, las piernas casi me temblaban, y tuve que parar unos instantes a recuperar el resuello.


Lo que ya no volví a recuperar fueron las fuerzas en las piernas, que quedaron destrozadas ya para lo que quedaba de ruta.

"Tallat" estaba... y yo, petao


Ya envalentonado, al llegar a la carretera que une Sant Andreu con Corbera, seguí por montaña para hacer la subida de 1km que lleva hacia Can Xandri, y de allí hasta Corbera pasando por El Bon Repós.

Una salida muy guapa, que me hizo ver que esa era una ruta muy aconsejable para hacer entre semana, metiéndole caña en plan entrenamiento, pues en menos de tres horas estaba claro que la podía hacer. Y es una ruta con un buen desnivel acumulado para los kilómetros que tiene. Y divertida, con buenos paisajes, subidas de gran pendiente, largas bajadas, y algún que otro sendero.

3 horas y cuarto para hacer 37 kilómetros con 1200 metros de ascenso acumulado. No estuvo nada mal.

Hay unas buenas subidas



DOMINGO 1 DE ABRIL. VARIACIÓN DEL PI TALLAT

Tres días después me duraba aún la euforia de la ruta del jueves, y me dispuse a repetirla, con la intención de bajar considerablemente el tiempo.

La primera variación fue salir aún más tarde que el jueves. Esta vez salí a las cuatro y media de la tarde. Lo que siempre digo, nunca es tarde si la dicha es buena…

Segunda variación: esta vez me paré muy poco, no hice más que un par de fotos, y la zona del polígono de El Congost, al ya haberla investigado el otro día, la hice en un momento.

Tercera variación de la ruta: esta vez no me atreví a subir hasta el Pi Tallat, ¡jajajajajaja, qué cagón!

Cuarta variación: entre Can Xandri y el Coll de Roques Roges me dio por investigar esos caminos en zig-zag que hay por allí. Resultado, que incluso mirando el gps, cuando me quise dar cuenta estaba bajando por un camino chunguillo que me llevaba en dirección opuesta a la que yo quería. Bueeeeno, me tocó hacer un poco más de desnivel del que había previsto, y rascarme las piernas con unas zarzas que denotaban que por allí no solía pasar nadie.

Sorpresas siempre hay cuando investigas


Bueno, ahora ya lo sé, subiendo de Can Xandri lo suyo es ir directo por el camino típico.


Total, que bajé de las tres horas, y llegué muy satisfecho a casa.
33 kilómetros, 2horas 54 minutos, 1150 metros de ascenso acumulado.

Casi, casi, lo mismo


Eso sí, me quedé con las ganas de haber hecho toda la ruta del tirón, sin bucles raros, para ver cuánto tardaba. Bueno, habrá otras ocasiones.



SÁBADO 21 DE ABRIL. ACOMPAÑANDO A LOS COLEGAS

Parece ser que estuve 20 días sin coger la bici. La verdad es que no me acuerdo, y tampoco me suena que fuera así, pero el gps no miente, y si no hay datos de esos días es que no salí con la bici.

El caso es que ese sábado me dejé liar por los colegas Ramón, Joni, Xavi y Carlos, que estaban preparándose para participar en la Maratón de Los Monegros y habían decidido hacer una ruta de esas largas de cara a tener las piernas a punto.

Yo quedé con ellos en la base del Puig d’Agulles, ya que vendrían desde Gelida, y se iban hacia El Garraf. Me costó lo suyo subir la cuesta del Safari para llegar hasta allí, y luego el Puig d’Agulles (sin llegar a la bola, ¡eh!), pero es lo que tocaba.

Fuimos juntos hasta Olesa de Bonesvalls y desde allí hicimos una serie de senderos por la zona de Can Mitjans que el señor Carlos se encargó de presentarnos. Una vez los acabamos y llegamos a la pista que une Olesa con Can Grau yo decidí que ya tenía bastante y me di la vuelta.

Lo peor, al principio


“Con la tontería” me salieron 47 kilómetros en 3 horas y cuarto, con 1000 metros de ascensión. Aunque el día fue medio soleado y no hizo frío, yo aún salí con la chaqueta de invierno, con una camisetilla debajo, y el culotte corto, eso sí. Y no me sobró la chaqueta en ningún momento. Que a mí me gusta mucho el calorcito…

Curiosamente, no hice ninguna foto.



SÁBADO 28 DE ABRIL. AL PI TALLAT, EN COMPAÑÍA

Me llamó mi amigo Ilde, otrora compañero de fatigas ciclistas, hoy en día sólo en contadas ocasiones. Y claro, no iba a desperdiciar la oportunidad de vernos y compartir unos pocos kilómetros juntos. Le pareció bien hacer la ruta del Pi Tallat, y “p’allí” que nos fuimos.

A un ritmo que nos fue bien a los dos, con paradas más largas de lo necesario (es lo que toca en este tipo de quedadas), y de buen rollo y contándonos cuatro cosas para ponernos un poco al día, fuimos haciendo la ruta y disfrutando de que el nublado cielo nos respetó y se esperó a que estuviéramos ya en casa para dejar caer cuatro gotas.

No veas como subió la rampa del 30%. Yo no llegué ni a la mitad...


Aunque Ilde era ya conocedor de gran parte de la ruta pude tener el honor de enseñarle algún tramillo que no conocía, que siempre se siente uno bien cuando le enseña caminos nuevos a un amigo.

Parecido a las otras dos veces


Una buena ruta, en muy buena compañía, y que para mí fue un poco más larga por acompañarle hasta su casa.

Finalmente, 40 kilómetros en 3 horas y 45 minutos, con 1300 metros de ascenso acumulado. Pues no estaba yo tan mal como pensaba.



MARTES 1 DE MAYO. EN ORDAL

Día de fiesta, y yo que estaba lanzado. Hacía tiempo que no rodaba por mis caminos típicos, así que me decidí a ver qué tal estaban.

De casa hacia Corbera Alta, para bajar por los senderos que llevan a las rieras de Can Planes y Rafamans. Subida por Can Casildo y el Cau de la Guineu hasta las Penyes d’en Rovira, y bucle por los senderos del Turó de Cal Becó, divirtiéndome en un par de bajadas empinadas, y sufriendo en un par de subidas también empinadas.

Desde ahí, trialerilla hacia la N-340 para subir a El Lledoner pasando por los Boscos de la Pinetella, el Mas del Lledoner (más cuestas duras), y acabar llegando a la urbanización después de hacer algún senderillo extra.

Subida a la Creu d’Ordal, para luego bajar hasta el pueblo (Ordal) por el pedregoso y encharcado camino que baja bordeando la nacional.
Y desde el pueblo, Camí de Mas Granada para subir hasta medio camino a la cima del Puig d’Agulles (Coll de Portell), a donde, por supuesto, no se me ocurrió llegar. Estaba yo “pa’eso”…

Trialerilla de Can Armengol para llegar a L’Amunt y seguir hasta las rieras otra vez, y hacer los senderos del campo de fútbol viejo y salir en Corbera Baja. Luego ya subida por asfalto hasta casa.

Una ruta guapísima, por caminos que no por haber hecho infinidad de veces dejan de encantarme cada vez que vuelvo a pasar por ellos. Qué suerte vivir donde vivo.

Un perfil "fatigante"


Total, 39 kilómetros en 3 horas y media pasadas, con 1150 metros de desnivel acumulado. Bastante bien, la verdad.


Otra salida sin fotos.



JUEVES 3, SÁBADO 5 Y MARTES 8 DE MAYO. QUITÁNDOLE EL BARRILLO A LAS BAMBAS

Después de tantos días de bici, y de hacer calentamiento en la estática cuando hago musculación en casa, el cuerpo me pedía otro tipo de movimiento. Sin pensármelo mucho, salí tres días a correr, que hacía tiempo ya de la última vez.

Mucho más fácil que lo de la bici. Te pones las bambas y un par de cosas más, y a correr. Sin gps, sin cámara de fotos, en estas ocasiones quise salir simplemente a disfrutar del hecho de correr, sin el agobio de saber los kilómetros ni de dejar constancia fotográfica de lo hecho. Simplemente correr.

El primer día empecé por caminar bastante, y corretear un poco.
El segundo ya caminé menos y corrí más.
Y el tercero ya no caminé nada.

Sensaciones muy buenas. No de rendimiento físico sino de gozo personal por el hecho de salir a correr sólo por disfrutar. Unos días perfectos para eso. Fue una gozada hacerlo.

Además, dos de esos días salí a correr después de haber hecho una hora de musculación. Tremendo.



DOMINGO 13 DE MAYO. "REGRESO A LA COMPETICIÓN”. OPEN NATURA DE SANT LLORENÇ D’HORTONS

No sé por qué, pero después de haber hecho varias salidas convincentes con la bici estuve casi dos semanas sin cogerla. Supongo que el tiempo no acompañó, o quizás fueran las ganas. Llevo tres meses más “animado” con el tema de la musculación y no me ha importado no salir tanto en bici. De todas maneras, estática (o spinning, que la bici es de eso) he ido haciendo de tanto en tanto. Así que tampoco estoy nunca demasiados días sin pedalear.

El caso es que esas últimas salidas que había hecho, y que estoy ahora “cronificando”, estaban muy motivadas por la promesa que le había hecho a Xavi de participar en el Open Natura de Sant Llorenç d’Hortons, que se estrenaba este año en el calendario. Y es que Xavi estaba muy ilusionado en que varios de sus compañeros fuéramos a participar en esta marcha que se organizaba en su pueblo.

Y claro, aunque yo ya estaba retirado de la competición, no se trataba de no darle ese gustazo al bueno de Xavi. Así que volví a “competir”, ¡jajajajajaja!


Al final sólo pudimos ir tres de los compañeros: Ramón, Xavi y yo. Pero no por eso dejó de ser un buen encuentro. Ni qué decir tiene que ellos quedaron bastante por delante mío.

El retorno, ¡jajaja!


Una ruta que me gustó bastante más de lo que yo me esperaba, y que me tomé bastante en serio, ya que había que hacer un "buen papel"... Quiero decir que fui a un ritmo ciertamente más alto del que habría llevado caso de haber sido una salida normal. Quieras o no, en una marcha organizada siempre das más de lo normal.

El caso es que disfruté mucho, hice “buen uso” de los avituallamientos, y físicamente supe dosificarme a la perfección, ya que llegué a meta con avisos de calambres por fatiga muscular, de lo que deduzco que fui siempre al límite de lo que podría haber ido.

En definitiva, que pasamos un bonito día de “competición”.

El recorrido tenía unas cuantas rampas tremendas
42 kilómetros
2 horas 42 minutos
940 metros de ascenso acumulado



SÁBADO 19 DE MAYO. CORBERA – SANT SADURNÍ

Para ese sábado me dejé liar otra vez por Xavi y Ramón. Se trataba de enlazar el pueblo de Ordal con Sant Sadurní d’Anoia por unas pistas forestales que había descubierto Xavi semanas atrás. La verdad es que la idea me hacía gracia, pues tenía yo ganas de saber hacer ese recorrido sin tener que rodar por la N-340.

La primera parte de la ruta fue la más dura, pues desde Corbera subí hasta la Creu Aregall, donde me esperaban (sí, llegué un poco tarde...) los compañeros, (los muy brutos venían de haber subido desde El Taió por las rampas más duras) para después dirigirnos hacia la cima del Montcau, al que se llega después de hacer una serie de rampas pedregosas de esas que te quitan las ganas de dar pedales. Como era de esperar tuve que echar el pie al suelo y caminar unos metros...

Con Ramón siempre por delante mío, y Xavi siempre por delante nuestro, llegamos a la cima.

Momentos antes mi cara no se parecía a esa...


Desde allí se trataba ahora de bajar hasta Ordal, y luego hacer el tramo pistero hasta Sant Sadurní, que tuvimos que atravesar pues aún no tiene Xavi pulida la manera de rodear el pueblo. Luego más montaña hacia Sant Llorenç d’Hortons, en cuyas afueras me despedí de ellos y empecé el regreso, ya por carretera, hasta Corbera, disfrutando muchísimo de la subida a La Creu Aregall. Y eso que iba ya bastante tocado, pero es que me encanta esa subida.

53 kilómetros
3 horas 55 minutos
1425 metros de ascenso acumulado

Muy buena ruta, de esas que hay que conocer, y muy buena compañía. Bueno, cuando íbamos juntos, que casi siempre iban bastantes metros por delante mío, ¡jajajaja!
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Bueno, este es el resumen de lo acontecido hasta mediados de mayo. Al final ha salido una macro-entrada, pero es que tenía unas cuantas crónicas por hacer. Y como ya me he cansado de escribir (qué bien acostumbrado estaba), un par de salidas más que hice las pondré en otro momento, que si no voy a volver a cansarme del blog...


Bruno