Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

lunes, 27 de julio de 2015

CONEXIÓN VINTAGE

Ayer domingo se dieron  las circunstancias adecuadas y pudimos Ilde y yo salir juntos por primera vez… con las bicis de carretera.

Era el momento de ver, sobre el asfalto del Foix y alrededores, qué máquinas eran las mejores.
Si mi flamante “espeshalaisd”, con sus desarrollos de “molinero”, jajajaja, o su impresionante BH con desarrollos de “pisacarreteras”.

Vaya peazo máquinas!


Aunque algo "mejorada" para adaptarse a los nuevos tiempos...

... aún mantiene su esencia



Mi 34-30 contra su 42-28, como desarrollos más cortos, que al final dejaron claro que realmente son las patas lo que acaba decantando la balanza, y tengo que decir que ésta se inclinó más hacia su lado que hacia el mío.

Quizás los "Biopace" fueron los que le dieron ese plus de fuerza...



Yo por si acaso ya me había cubierto las espaldas y habíamos quedado en que le iría a buscar a Calafell, haríamos la ruta, y le llevaría de vuelta a casa. De esa manera siempre podría decir que yo había hecho más kilómetros y por eso no había podido seguir su ritmo, ¡jajajaja!

Una de mis típicas rutas bordeando el Pantà de Foix, sin grandes desniveles, ni mucho tráfico tampoco a pesar de ser domingo. El día, feo, que al final agradecimos porque así no pasamos casi nada de calor.

Cuando conseguí coger el móvil para hacer unas fotos...


... se me había escapado


No veas si me costó cogerle


¡Diosssss, pero qué gordo estoy! ¡Jajajajajajaja!


Bah, seguro que es que el móvil no hace bien las fotos, jajaja...



Y nada, 50 kilómetros para él, 75 para mí, que transcurrieron plácidamente y sin sobresaltos, mientras a ratos charlábamos y a ratos respirábamos… Yo, siempre que puedo dejo que él hable más que yo, por aquello de que al final él estará más agotado por la falta de aire, jejeje, pero en este caso yo hablé bastante explicándole las características de la ruta.

Llano para calentar a la ida, y llano para echar el resto a la vuelta



Una experiencia que habrá que repetir cuando podamos, y que seguro nos volverá a dejar tan satisfechos como esta vez.

Las otras máquinas...



Para variar la tónica de lo que solían ser mis entradas, ésta va a quedar así, cortita y concisa, que hay más cosas que hacer aparte de pasarse horas haciendo una crónica.
Ya veremos si soy capaz de seguir así…

domingo, 19 de julio de 2015

TERAPIA DE CHOQUE. DEDICADO A PEPE.

A primera hora de la mañana del viernes nos dejaba un gran amigo de la familia.
Una dura enfermedad le acabó derrotando. Pero él luchó hasta el final, con valentía, con esperanza, siempre con ánimo de seguir adelante.

No puedo explicar grandes vivencias con él, pero era una persona de esas que conoces desde siempre, del grupo de los adultos cuando tú aún casi ni tenías uso de razón, y a la que le tienes un cariño especial, a él y a su familia, y que siempre han formado parte de tu entorno más cercano.

Y aunque ayer ya tenía previsto salir, e incluso lo que pretendía hacer, esta fatal noticia me impulsó a dar más de mí de lo que lo habría hecho en un día cualquiera, pretendiendo rendirle mi pequeño homenaje, a él, que tantos kilómetros había hecho con sus bicicletas.

Dos pasos por el pantano de Foix, 65 kilómetros por carretera, recobrando una pequeña parte de esa poca capacidad de sufrimiento que llegué a tener y que hace tiempo perdí, atreviéndome a recorrer al revés lo que suele ser un trayecto de vuelta por las rampas de más del 15% de una urbanización cercana, y sintiendo ese agotamiento muscular previo a unos calambres que no llegaron a aparecer.

Toda una pequeña minucia comparado con el referente de lo que otros son capaces de llegar a aguantar intentando salir airosos en su particular batalla por la vida.

Va por tí, Pepe.

jueves, 9 de julio de 2015

SIGO A MI RITMO


Mucho tiempo ha pasado desde que escribí la última crónica, ya más de tres años...
Esta vez sí que he estado “alejado de las teclas”.

No es que dejara de salir en bici, que sí es cierto que salgo muchísimo menos de lo que lo hacía en la época dorada del blog, sino que como ya comenté en alguna ocasión, me acabó derrotando la autoimpuesta obligación de escribir cada vez que salía con la bici.

De tal manera que después de una salida no publiqué ninguna crónica, pensando en hacerla más adelante; después de la siguiente salida tampoco publiqué nada, pensando en quizás juntarlas en una sola crónica; y después de otra seguí sin escribir nada, y así hasta el día de hoy.

En estos tres años he bajado mucho el ritmo. Demasiado. Salgo mucho menos que antes, y por supuesto, cuando salgo hago muchísimos menos kilómetros.

Fueron sobre todo los fatigados tendones los que me hicieron replantearme el ritmo que llevaba.
Y poco a poco fue entrándome la pereza por subirme a la bici, y fueron pasando los días y las semanas sin que las ruedas se movieran de casa.

Aquellos madrugones de invierno entre semana, a pocos grados de temperatura, para pegarme tres horas de montaña antes de irme a trabajar quedaron para la historia… Bueno, eso sólo lo hice algunas pocas veces, jejejeje.

Además pasó que me fue arraigando en la cabeza la idea de tomarme un poco más en serio los ejercicios de musculación que de vez en cuando solía hacer en casa, y así ocurrió que eso también contribuyó a dejar un poco más de lado las salidas en bici. No es que me haya vuelto un “musculeitor”, nada más lejos de la cruda realidad, pero sí es verdad que hace tiempo que me dedico más a levantar pesos que a dar pedales.

Pero bueno, no lo he dejado, y de tanto en tanto he seguido saliendo a pedalear, tanto por carretera como por montaña. Y desde hace ya un par de años he cambiado el escenario de mis fechorías ciclísticas, y he pasado de rodar entre montañas a pedalear con el sonido del mar de fondo. He cambiado la montaña por la costa. Me encantan los dos escenarios, cada uno tiene su encanto.

El caso es que ya hace mucho tiempo que tengo el gusanillo de escribir alguna entrada, que sé de buena tinta que a más de uno le hará gracia volver a ver qué chorradas cuento, jajajá…
Pero sobre todo porque la verdad es que sí me apetece volver a explicar mis batallitas, porque me gustará releerlas al cabo de los años, y porque pienso que a lo mejor eso también me anima a salir más a menudo.

Y como no me acababa de ver con ganas de volver a escribir, pensaba que a lo mejor era buena idea simplemente publicar unas cuantas fotos que dieran testimonio de las rutillas que había ido haciendo en estos tres años de silencio.

Al final, como siempre me pasa, me he puesto a escribir, y como no me vaya a la cama ya (son las 04:25h de un sábado cualquiera) se me va a hacer de día y voy a estar haciendo una entrada de esas típicas que solía hacer, que para leerlas tenías que pedir fiesta en el trabajo, jajajaja.

Creo que con lo que he escrito me voy a dar por satisfecho, y como complemento voy a poner unas cuantas fotos representativas de lo poco que he ido haciendo durante este tiempo. Aunque seguro que acabo poniendo ochocientas cincuenta fotos, que ya nos conocemos…



2012

Jueves 31 de mayo.- El completito mes de mayo de aquel año (estaba claro que iba a ser incapaz de simplemente poner fotos...) lo acabé haciendo una salida por carretera, con “La Espe”, en la que no me preocupé de llevarme cámara de fotos. Seguramente por el hecho de que no querer sentirme obligado a documentar todo lo que hacía. Veo ahora, tres años después, que fue la primera salida que no publiqué…

Una lástima, porque después de un tiempo conociéndonos por nuestros respectivos blogs, aquel día dio la casualidad de que me crucé con un ciclista que resultó ser el gran Miguel, de Realidad Permutación, y tuvimos por fin el placer de conocernos en persona. Incluso rodamos un rato juntos. Sólo por eso ya valió la pena salir de casa.
Miguel ha seguido haciendo grandes cosas, y yo he seguido “a mi ritmo”…

La típica salida subiendo a La Creu y volviendo por Martorell



Martes 5 de junio.- Pocos días después, ya en junio, volví a salir por carretera, esta vez haciendo unos cuantos kilómetros y desnivel más, y no preocupándome tampoco en esta ocasión de llevar cámara de fotos. Quizás eso me iba a devolver el placer de salir sólo por disfrutar de la bici.

Ida y vuelta por La Creu, disfrutando de esas carreteras



Sin embargo, a partir de ahí, ninguna salida más en junio, y ninguna en julio. Por primera vez en más de dos años dejaba en blanco un mes del año, y casi, casi, dos. Era el principio del fin…



Miércoles 8 de agosto.- 81 días después, ya en agosto, volví a coger la bici. Supongo que pensé que ya estaba bien la broma.

Primeros días de agosto. Después de 81 días, 18km para desempolvar los músculos



Miércoles 22 de agosto.- Un par de semanas más tarde, y después de haber salido a correr un par de veces, me volví a subir a la bici para dar una vuelta cortita. Parecía que remontaba el vuelo...

Un bonito paraje para recuperar las ganas de bici



Jueves 30 de agosto.- Y antes de acabar agosto, y después de haber salido otra vez a correr, aún tuve ganas de hacer otra salidita más en bici...

Menos de 20km, pero parecía que volvía a coger el ritmo



Lunes 10, Viernes 21, y martes 25 de septiembre.- En septiembre, después de tres meses sin tocar la “Espe”, hice tres rutas por carretera bastante seguidas. 130km entre las tres. Sin llevar cámara de fotos, por aquello de salir sólo a disfrutar del pedaleo, y quizás (ya no me acuerdo) por “pasar” un poco del blog. Se auguraba una continuidad que acabó resultando no ser tal.

¿De qué me sonará este perfil?

La misma ruta, pero a la inversa

Una ruta oliendo a vino del Penedés



Después de eso, dos meses en blanco más, octubre y noviembre, que delataban que las tres salidas seguidas de septiembre habían sido sólo un espejismo. Aún así, ya a finales de diciembre, y acuciado por la necesidad de prepararme para una inminente ruta con compañeros de trabajo, acabé el año haciendo tres salidas en sólo cinco días:



Domingo 23 de diciembre.- Una salidilla de prueba, de sólo 12km, para ver en qué estado me encontraba. Una curiosidad tonta de la que ahora me he dado cuenta es que ésa fue la primera salida en fin de semana después de muchos meses.

Se trataba sólo de ver cómo estaba de forma



Miércoles 26 de diciembre.- Otra junto a mi primo Víctor y mi amigo Ilde para rememorar viejas vivencias juntos. Pocos kilómetros y bastante desnivel.

Trío de ases: Ilde en primer plano, Víctor arriba, y yo tras la cámara



Viernes 28 de diciembre.- Y la última del año, casi obligada, juntándome con los compañeros de trabajo el día de Los Santos Inocentes para hacer una ruta-almuerzo preparada por Carlos.
Estaba claro que no podía fallar, no tenía excusa.

El pequeño pelotón subiendo hacia Begues

Un bonito día para ir en bici

Joni, Xavi, Ángel, Carlos, Jose, Juan, Jorge, y yo. Sonrientes después del gran almuerzo...



2013

Y tras un 2012 bastante completo, me pasé ¡casi siete meses! sin coger la bici.
Hasta que entre julio y noviembre de 2013 parecí renacer de mis cenizas y, quizás animado por el cambio de aires, hice 19 salidas, tanto por carretera como por montaña, descubriendo los nuevos paisajes y tierras que me habían acogido.



Domingo 7 de julio.- Empezando julio, y ya instalado en mi nuevo hogar, la primera salida para romper los siete meses de parón, y como toma de contacto con el terreno, fue corta y llana.
En mi antiguo territorio no podía hacer una salida así ni en sueños...

"Por supuesto" la hice con la de montaña...



Sábado 13 de julio.- Una semana después ya me atreví a hacer unas cuantas subidas (muy duras, por cierto) para acercarme a visitar el Pantano de Foix y alrededores.

Al parecer tengo propiedades por allí...

Mi primera visita al pantano



Sábado 20 de julio.- Unos días más tarde, una salida rápida antes de ir a trabajar, investigando posibles recorridos relámpago para cuando no me sobre el tiempo.

Para cuando sí me sobre tiempo...



Después de esas tres salidas "seguidas", un mes de parón. Si es que no podía ser tanta bici, ¡jajaja...!



Miércoles 21 de agosto.- Ya en agosto, segunda visita por la zona, esta vez haciendo una ruta diferente, y apareciendo en Castellet por montaña. Montañas poco altas, pero con grandes desniveles. Nuevas rutas, y nuevas caídas…

Disfrutando de la ruta

En Castellet, con el pantano al fondo



Martes 27 de agosto.- Casi una semana después decido descolgar la flaca y hacer una ruta rápida para ir habituándome otra vez a no llevar suspensión. Hora y media para quedarme satisfecho por las buenas sensaciones.

Mira que si llego a tener malas sensaciones con esta ruta...



Sábado 31 de agosto.- Después de la salida por carretera, y de la caída de la anterior ruta por montaña, para acabar agosto decido volver a la montaña y hacer una ruta parecida, pero evitando el tramo de la “piedra maldita” en la que casi me dejo la rodilla. Eso sí, las grandes pendientes no me las quitaba nadie.

Típica imagen de la zona. Pinos a los lados, piedras por el centro...

Esta será una visión que se repetirá en adelante.



Jueves 5 de septiembre.- En los primeros días de septiembre ya empezaba a investigar un poco más esas, para mí, nuevas carreteras. Contento por seguir cogiendo la “Espe”, y descubriendo nuevas rutas por asfalto.

Creo que fue la primera foto ciclista que envié por "guasap". Adaptarse o morir...



Viernes 6 de septiembre.- Al día siguiente, y saliendo dos días seguidos después de nosécuántos años de no hacer una cosa así, me pegué una buena paliza para ir a ver el paso de La Vuelta a España por el Rat Penat. Vaya rampotes desde La Plana Novella hasta la cima del Rat Penat. No sé si seré capaz nunca de subir desde Castelldefels…

Por ahí suben los máquinas. Yo lo hice de bajada...


¡Misión cumplida!



Jueves 12 de septiembre.- El jueves siguiente, después de trabajar volví a salir por carretera, aumentando el kilometraje, y disfrutando de nuevos paisajes...

A esas montañas tendré que ir algún día

Bonitos lugares para descansar un momento



Domingo 15 de septiembre.- Y ese domingo, ruta con mi amigo Ilde para que viera los parajes por los que ahora me movía...

Repitiendo la ruta de la piedra maldita, pero esta vez acompañado, y sin caída



Miércoles 18 de septiembre.- El miércoles de la semana siguiente, otra salida más por carretera, disfrutando de una subida tremenda hasta el Castell d'Olèrdola. Son sólo dos kilómetros, y la pendiente ronda el 10% sólo durante unas cientos de metros, pero las piernas sufrieron lo suyo...

El Castell d' Olèrdola, testigo de mis "hazañas"...



Domingo 22 de septiembre.- Entre semana carretera, y el domingo, otra vez por montaña, aunque variando un poco la ruta para descubrir más caminos...

No son paisajes muy bonitos...

... y si además están quemados...

Aún así tienen una extraña belleza



Miércoles 25 de septiembre.- Tres días después hice por carretera la ruta más larga del año, y hasta el momento, la más larga con "La Espe". Ochenta y pocos kilómetros, que para mi estado de forma estaba muy bien. Siete salidas en septiembre, parecía que había vuelto a coger el ritmo.

Poco a poco iba llegando más lejos

Números totalmente globeros, ya lo sé.



Sábado 5 de octubre.- Empecé octubre haciendo una ruta desde Corbera hasta Sitges con los amigos compañeros de trabajo. La ruta, divertida. El almuerzo, a base de callos y tortilla de patatas, espectacular. Y la vuelta a casa, costosa. Pero cumplí, y lo pasamos muy bien.

Eran otros tiempos...

Hasta ahí, bien. Pero aún quedaba la vuelta.



Sábado 19 de octubre.- Después de dos semanas digiriendo los callos de la ruta a Sitges, me vi con fuerzas de aceptar el reto de Xavi y hacer una salida con él por carretera. Yo con la flaca, y él con la de montaña. Para mi verguenza, y mayor honra de Xavi, fui incapaz de seguir su ritmo...

Antes de empezar, con la cara de sobados.



Miércoles 23 de octubre.- Cuatro días después, aprovechando el turno de mañanas en el trabajo, otra salida por carretera. Otra salida sin fotos, que no me pareció necesario inmortalizar nada.
Algo más de cincuenta kilómetros para sacudirme las malas sensaciones del domingo anterior...

Las carreteras de la zona...



Lunes 28 de octubre.- Y el lunes siguiente (no recuerdo cómo pude hacer esta salida un lunes entre las doce de la mañana y las cinco de la tarde. Es lo malo de hacer la crónica dos años después...), una salida bastante guapa, enlazando varios caminos que ya empezaba a conocer y otros aún por descubrir, para hacer una ruta que me llevó desde la costa de Cubelles hasta el Castell d’Olèrdola por montaña, con alguna zona “turística” que ver.
Acabando octubre con cuatro salidas, dos por montaña, y dos por carretera.

No hace falta decir nada...

A tres torres como esa llegué

Desde el Puig de l'Àliga

La necrópolis del Pla dels Abats

Objetivo cumplido. El Castell d'Olèrdola



Sábado 2, y martes 12 de noviembre.- Y acabé el año en noviembre, haciendo dos salidas más por carretera, en las que me dediqué sólo a pedalear y no me preocupé de hacer fotos ni paradas turísticas.

Investigando urbanizaciones

Salida tranquila a Sitges



La verdad es que después de una primera mitad de año en blanco completamente, la segunda mitad no estuvo nada mal.



2014

Si en el 2013 sólo salí los meses de julio a noviembre, en el 2014, “al parecer", seguí con la tónica de sólo salir a dar pedales los meses menos fríos del año, en concreto entre mayo y octubre. Estaba claro que había entrado en la fatal dinámica de sólo salir en las cercanías del verano.
En cualquier caso, hice varias salidas buenas…



Martes 27 de mayo.- A finales de mayo, de paseo a Calafell, haciendo una ruta de 20km totalmente llana (hecha con la bici de montaña, por supuesto...) para empezar a romper el hielo.
¡Exactamente igual que empecé el 2013! Sin comentarios.

Una hora y poco, y alguna que otra foto



Sábado 31 de mayo.- A los cuatro días, un par de horas dedicadas a ir descubriendo caminillos cerca de casa.

Zona de contrastes

Siempre que sales a explorar acabas pateando



Sábado 7 de junio.- Ya a principios de junio, seguía con los descubrimientos...

Desde El Racó de Santa Llúcia



Domingo 29 de junio.- Parecía que el hielo se había roto, pero pasaron tres semanas hasta que me volvió a dar por salir un rato. Esta vez con algo más de desnivel y kilometraje… y dificultad técnica.

Entrando en Sant Pere de Ribes, el Castell y la Iglesia de Sant Pere

Eso ya no era asfalto...
Bonitas vistas con el mar de fondo
Demasiado para mí... 



Miércoles 9 de julio.- A la quinta fue la vencida, y sólo una semana después, ya en julio, me aventuré a coger la de carretera, haciendo una rutita por las urbanizaciones cercanas.

Ya de vuelta



Lunes 14 de julio.- Cinco días más tarde, salida relámpago antes de ir a trabajar, para no dejar que se me enfriaran los ánimos otra vez.

Suficiente para irme contento a trabajar



Jueves 24 de julio.- Y a los diez días, casi la misma ruta, pero esta vez con calentamiento previo.

Diez kilómetros de llano para calentar antes de subir



Miércoles 30 de julio.- Era el último día de julio y había pasado otra semana, pero ahora ya empezaba a verme con fuerzas para afrontar unos cuantos kilómetros más y rodar por carreteras un poco más alejadas (pero sólo un poco…).

Ya se estaba convirtiendo en clásica esta foto

Otra que se repetía
Carretera de vuelta



Lunes 04 de agosto.- Ya de vacaciones, una ruta parecida en kilometraje pero con bastante más metros de ascensión. Como curiosidad, fue el día en el que, hasta el momento, he cogido más velocidad con la bici, unos ridículos 75,2 km/h.

Reponiendo agua

Bajando del Castell d'Olérdola alcancé la velocidad del rayo...



Sábado 09 de agosto.- Ese día cogí el coche para ir hasta Sant Jaume del Domenys y empezar desde ahí la ruta, pues quería hacer una ruta (por Pontons y el Pla de Manlleu) que tenía en mente hacía tiempo, y que me tenía que servir para ver si estaba en condiciones de hacer una subida tendida de veinte kilómetros, que es lo que me encontraría días después en otra ruta que tenía previsto hacer. Si empezaba desde casa me salían 100km, y no me veía yo ni con ganas ni con fuerzas para hacerla. Así que bici al coche y a recortar 50km…

Carretera chula...

... pero con sorpresas

Cambiando de provincia

A ver si algún día enlazo con aquellas montañas

La próxima vez lo tengo que hacer con los 50km añadidos de salir desde casa...



Miércoles 13 de agosto.- Visto que había superado la prueba sin problemas, a los pocos días aproveché que después de siete años sin dejarme ver por allí, me fui de viaje con la familia a Zamora y me llevé la flaca en el coche para hacer la subida de la Laguna de los Peces, en el Lago de Sanabria. Es una ruta que encontré en el "güiquiloque", y que me hacía mucha ilusión hacer.
¡Y cómo disfruté!

Ilusionado antes de empezar la subida...

... y contento una vez acabada.

Panorámica del Lago de Sanabria

Un perfil con pocos kilómetros pero con mucha gracia



Martes 26 de agosto.- Recién llegado de Zamora, salida por Pallejà con mi amigo Ilde para rememorar viejos tiempos y explicarnos las batallitas pertinentes. Y, por qué no decirlo, para ver si quemaba los restos de los buenos y variados manjares ingeridos en Zamora...

"Dos hombres y un destino"



Jueves 11 de septiembre.- Y un par de semanas después, salida repitiendo pareja, esta vez por Corbera, que hacía ya mucho que no rodaba por mis antiguos dominios.

Que no se vea mucho...



Miércoles 01 de octubre.- Ya habían pasado tres semanas, así que tenía que hacer algo para no perder del todo el ritmo...

¡Ríete tú del Tourmalet!



Sábado 04 de octubre.- Y por tercera vez en un mes y medio, ruta compartida con Ilde, esta vez saliendo de Corbera para ir hasta el Castell de Subirats por montaña. Buena ruta hicimos.

Haciendo unas fotos de lo que queda del castillo



Miércoles 8 de octubre.- Sólo cuatro días después me pillé la flaca y me di la ya típica vueltecilla de hora y media rodeando el pantano de Foix.

Es una rutita que está muy bien para lo corta que es.



Lunes 13 de octubre.- "Incomprensiblemente" volví a salir por carretera sólo cinco días después.
Hice casi la misma ruta que el día que cogí la velocidad máxima bajando del Castell d'Olérdola.
O sea, que en esta ocasión no me vi con ganas de subir al castillo, ¡jajajaja!

Aún sin la subida al castillo sigue siendo una buena rutita.



Pero claro, había llegado octubre… y volví a dejar la bici.



2015

Este año parecía que empezaba muy bien, pues fui capaz de subirme a la bici bastantes meses antes de que llegara mi querido calorcito veraniego...



Sábado 14 de febrero.- Llegó el día de San Valentín de este año y le quise dar una sorpresa a mi pareja: la típica vuelta por el pantano, ¡jajajajajaja!
Las fotos, casi idénticas a la salida del 31 de julio del año pasado, pero con más ropa, y nubarrones negros en lugar de cielos claros…

Un día fresquito

Panorámica del embalse

Me gusta pararme ahí a hacerme la foto



Jueves 19 de febrero.- Un paseíto hasta Comarruga antes de ir a trabajar. Todo llano, pero también se puede hacer duro, y más si sólo hace cinco días que has salido, jajaja.

Un bonito día para ir a la playa... aunque sea en bici.



Lunes 23 de febrero.- Y sólo cuatro días después, con la excusa de estrenar una luz de esas potentes que venden ahora (son una maravilla, por cierto), le quito el polvo a la bici de montaña y salgo a disfrutar otra vez de los caminos corberenses. Y de casualidad conozco a un recién llegado y le enseño un par de caminos para que vaya haciendo, en espera de que volvamos a salir juntos y le enseñe algunos más. Aún está esperando...

Según el gps, acabé la ruta haciendo espeleología...



Pues eso, que parecía que iba a empezar bastante bien el año, pero tuvieron que pasar casi tres meses para que volviera a subirme a la bici.



Martes 12 de mayo.-  Otra vez con la de carretera, otra vez salida rápida hasta Comarruga y vuelta a casa, que había que ir a trabajar.

Visita relámpago



Domingo 31 de mayo.- Y "sólo" un par de semanas más tarde, quedé con mi primo Víctor, con el que hacía dos años y medio que no salía, y nos dimos una vuelta "desoxidante".
Pocos kilómetros, bastante desnivel, y sensaciones menos buenas de lo que me esperaba...

Recorriendo los alrededores de Corbera



Y como me pasa siempre, cuando creo que vuelvo a estar lanzado y ya me empiezo a proponer nuevos retos para cuando vuelva a tener una mínima forma que me permita hacer salidas más largas, sin saber bien bien por qué, unas veces por unos motivos, otras veces por otros, empiezan a pasar los días, y luego las semanas, y no me vuelvo a subir a la bici.



Y eso es todo. Hasta aquí este "breve" resumen de lo que he ido haciendo estos tres últimos años.
Vale que he tardado cuatro meses en hacer esta entrada, pero es que la he ido haciendo a ratillos.
A veces sin mucho convencimiento, a veces con toda la ilusión por acabarla para así poder seguir explicando otras salidas que fuera haciendo. Además le he dado un nuevo aire al blog, que quizás le hacía falta, y al menos a mí se me hace más cómodo leerlo. El caso es que me ha gustado escribirla (sí, ya sé, sólo iba a poner unas cuantas fotos...), y espero que ésto me anime a seguir haciéndolo, aunque no dejando tanto tiempo de por medio.

Ya sólo falta volver a salir en bici...