Un mes sin escribir nada es bastante tiempo. Aunque tampoco es que me muera de ganas de hacerlo. Es la apatía digital. Pero voy a intentar hacer un “pequeño resumen” de lo que he estado haciendo desde mi última entrada.
La primera parte del resumen es fácil: desde la última salida en bici el 13 de julio hasta acabar el mes, nada de nada. Por lo menos de bici, que estática y algo de musculación sí que debí hacer. Lo siguiente es más difícil de resumir, pero voy a intentarlo…
LUNES 1 DE AGOSTO. ACABANDO CON LA DESGANA
Tal como empezó agosto, y con él las vacaciones, me propuse aprovechar mínimamente el tiempo, que aunque no me haya ido de viaje, las vacaciones siguen siendo eso, vacaciones. O sea, ausencia de trabajo, y todo el día libre.
El mismo día 1 de agosto me harté de no hacer nada por la causa (por mi causa, claro), y me dispuse a salir en bici. Tantos días sin salir hacen que cada vez te cueste más proponértelo, así que me tuve que obligar un poquito. Me vestí con el traje de faena, y cuando estaba preparando el isotónico me acabé de convencer de que lo que quería no era salir con la bici. Lo que quería era salir a correr. Sin más.
Tanto rollo con la equipación ciclista. Que si las zapatillas especiales, que si el culotte, que si el maillot, que si el casco, los guantes, las gafas, la bebida isotónica, las barritas energéticas, la cámara de fotos, la de vídeo, el gps… ¡Joder, pero a dónde voy con tanta parafernalia! Fuera todo. Me puse las bambas y un pantalón corto, cogí bebida, y a correr.
Luego acabé caminando y corriendo casi a partes iguales, que hacía medio año de la última vez, y no era plan hacer el tonto. Me recorrí parte del camino del Cau de la Guineu, el Pou del Crestats, un tramo del Camí de Can Dispanya, e incluso acabé haciendo un poco la cabra montesa por un cortafuegos de línea eléctrica que llegué a pensar si no acabaría por fastidiarme la rodilla, pues la pendiente era considerable.
Con la tontería me estuve 3 horas y media por lo menos. Sin fotos, sin tiempos, sin distancias. Disfrutando de la montaña, y sobretodo, oxigenando el cerebro, y despejando la cabeza y preparándola para aprovechar mínimamente de las vacaciones. Ya me había entrado otra vez el gusanillo de salir a correr.
2 DE AGOSTO. CON APOYO GOLFÍSTICO
Al día siguiente ya tenía en mente investigar una serie de caminos que me permitieran ir en bici desde la zona de Castellví de Rosanes hasta mi casa, sin tener que pasar por La Creu Aregall. La clave está en un par de urbanizaciones que hay por la parte de “atrás” de Corbera.
Así que cogí el coche (el Golf) y el gps, y me fui a investigar. Acabé encontrando esos caminos que tenía ya medio vistos en el “güiquiloc”, y haciendo un poco de excursionismo por la zona. Estuve “visitando” el Coll de las Roques Roges, que como su propio nombre indica es una zona de rocas rojas, de formas muy curiosas, y en la que estuve haciendo un poco de semiescalada.
Rocas curiosas
A ver si me subo allí arriba...
Vamos pallá...
Ya casi estoy
¡Eh, que yo aún no había salido!
Va, la última
Fotos por aquí, fotos por allá, vídeos… Caminando y disfrutando de la tarde, a la vez que encontraba la manera de unir esas dos zonas que he comentado antes. Ya sólo quedaba ir con la bici y ver si valía la pena.
MIÉRCOLES 3. POR CAN PERICO Y LAS ROCAS ROJAS
Una de las gracias del gps y de los mapas tipo “güiquiloc” es que en el ordenador ya te puedes hacer una idea de si esos caminos que tienes medio vistos de salidas anteriores te pueden llevar a éste o a aquel sitio, o de si te van a servir para unir partes de otras rutas.
La primera parte del plan para ese miércoles era hacer un camino que teóricamente me llevaría, por montaña, desde un poco más allá de la Font de la Saborida (bajando por la carretera que va de La Creu Aregall a Gelida) hasta un poco antes de Castellví de Rosanes (en la carretera que lleva de Gelida a Martorell).
La segunda parte del plan consistía en subir por el camino del Taió hacia la zona de Can Xandri, para desde allí enlazar con Corbera por los caminos descubiertos el día antes.
Y eso fue lo que hice. Primero, carretera hasta pasar la Font de la Saborida. Luego me metí por la montaña para bajar por el camino de Can Perico (que así se llama) hasta ir a salir a la carretera que va a Martorell. Por cierto, que hacerlo de subida tiene que ser muy, muy jodido. No veas que rampas hay por allí, y encima con el terreno bastante suelto.
Hacia la segunda parte de la ruta
Después ya me dirigí hacia El Taió para subir por montaña hacia Can Xandri.
Por aquí también hay rocas raras
Y no se me ocurrió otra cosa que subir por el camino más difícil que hay, que tiene unos tramos inacabables con unas pendientes rondando siempre el 20-25%. Es igual, me encontraba con muchas ganas y con fuerza suficiente para afrontarlas. Ese camino sólo lo había hecho una vez, y de bajada. Por eso no lo había hecho nunca de subida, porque ya sabía lo que me esperaba.
Después ya me dirigí hacia El Taió para subir por montaña hacia Can Xandri.
Por aquí también hay rocas raras
Y no se me ocurrió otra cosa que subir por el camino más difícil que hay, que tiene unos tramos inacabables con unas pendientes rondando siempre el 20-25%. Es igual, me encontraba con muchas ganas y con fuerza suficiente para afrontarlas. Ese camino sólo lo había hecho una vez, y de bajada. Por eso no lo había hecho nunca de subida, porque ya sabía lo que me esperaba.
Con la excusa de la foto descansé un poquito
Pero bueno, esta vez sí me atreví. Supongo que el hecho de que hiciera algo de calorcito también me ayudó. Y digo algo, porque tampoco es que hiciera tanto. O a lo mejor es que yo quería aún más.
Pero bueno, esta vez sí me atreví. Supongo que el hecho de que hiciera algo de calorcito también me ayudó. Y digo algo, porque tampoco es que hiciera tanto. O a lo mejor es que yo quería aún más.
Total, que una vez llegué arriba, en lugar de seguir hacia La Creu Aregall, como habría hecho en cualquier otra ocasión, me dirigí hacia los caminos nuevos que había estado reconociendo el día antes.
Por aquí pasé el día antes
Un buen descubrimiento, más que nada porque la zona también tiene su gracia, y además porque siempre va bien conocer una alternativa diferente para regresar a casa, que nunca se sabe si la vas a necesitar.
Por aquí pasé el día antes
Un buen descubrimiento, más que nada porque la zona también tiene su gracia, y además porque siempre va bien conocer una alternativa diferente para regresar a casa, que nunca se sabe si la vas a necesitar.
El caso es que ese recorrido alternativo me parece que no me hace ganar tiempo a la hora de regresar a casa. Y creo que tampoco me ahorra mucha subida, comparado con la alternativa normal, que es volver por la Creu. Así que para lo único que me sirve, que no es poco, es para tener un recorrido posible más en mi cabeza, que la verdad es que algún senderillo bueno si me encontré. Esos caminos me llevan a la zona de Bon Repós, desde la que, haciendo aún una última subida, acabo llegando a casa.
Esto de investigar "bajo mapa" es lo que tiene
27 kilómetros en 2 horas y cuarto, con casi 900 metros de ascensión.
Corto pero durillo
En fin, otra salida más en bici, que es de lo que se trataba, y encima habiendo conocido caminos nuevos que me permiten tener un repertorio mayor de rutas por los alrededores de mi pueblo. Poco a poco quiero acabar por conocerme todas estas montañas.
27 kilómetros en 2 horas y cuarto, con casi 900 metros de ascensión.
Corto pero durillo
En fin, otra salida más en bici, que es de lo que se trataba, y encima habiendo conocido caminos nuevos que me permiten tener un repertorio mayor de rutas por los alrededores de mi pueblo. Poco a poco quiero acabar por conocerme todas estas montañas.
LUNES 8. CORRIENDO UN POCO MÁS EN SERIO
Después de haber pasado el fin de semana de relax en la costa, en compañía de familiares, con un poco de playa, paseos, y alguna salida nocturna, el lunes ya estaba ansioso por volver a hacer algo de ejercicio montañil. Y que mejor plan que volver a calzarme las bambas y salir a correr un ratito, esta vez ya un poco más en serio.
Primero, 40 minutos caminando a un buen ritmo para calentar bien músculos y, sobretodo, articulaciones. Después, 40 minutos corriendo, a un ritmo ligerillo, que tampoco tenía que ganar ninguna carrera, y se trataba de ver si el cuerpo aguantaba bien el trote. Algún pequeño aviso de fatiga articular ya acabando, pero nada preocupante. Y para acabar, otra media hora caminando, para recuperar mejor la musculatura. Y estiramientos finales, por supuesto.
Bueno, casi 2 horas muy bien aprovechadas, y que me subían bastante la moral, y las ganas de repetir otro día.
MIÉRCOLES 10 DE AGOSTO. POR EL LLEDONER
Tocaba salir otra vez con la bici, que hacía una semana que no la cogía. Esta vez hice un recorrido más típico que en la última salida, volviendo a hacer algún camino que llevaba tiempo sin recorrer. Siempre moviéndome por los alrededores de El Lledoner (masías, puente, urbanización, Coll d’Ordal), investigué y descubrí algún camino nuevo. Aunque de esos que luego no vas a volver a recorrer, porque, o son rodeos tontos, o son senderos medio intransitables, o simplemente porque carecen de relevancia a la hora de hacer una rutilla guapa.
Allí abajo, el Pont dels Tres Arcs
Por encima de la N-340 que sube al Ordal, con cantera de fondo
Consecuencias del "progreso"
Allí abajo, el Pont dels Tres Arcs
Por encima de la N-340 que sube al Ordal, con cantera de fondo
Consecuencias del "progreso"
Las ruinas del Mas de Can Tita, ya de regreso a casa
Un poco de "trekking"
En cualquier caso, entre los tramos buenos, los de senderismo, y otros en los que me pude aplicar más a fondo, acabó por salirme un recorrido bastante aceptable de 33 kilómetros en 3 horas de pedaleo, con unos 875 metros de ascensión. Y la verdad, bastante rompepiernas.
Un perfil típico de montaña
Un poco de "trekking"
En cualquier caso, entre los tramos buenos, los de senderismo, y otros en los que me pude aplicar más a fondo, acabó por salirme un recorrido bastante aceptable de 33 kilómetros en 3 horas de pedaleo, con unos 875 metros de ascensión. Y la verdad, bastante rompepiernas.
Un perfil típico de montaña
VIERNES 12 DE AGOSTO. ASFALTO, TACOS, Y VIENTO
Desde que el verano pasado hice varias rutas por la zona de Sant Llorenç de Morunys, no había vuelto por allí. Así que una de las cosas que quería hacer este agosto era volver a subir y rodar por esos parajes tan bonitos. Antes tenía que asegurarme de que estaba en una forma física medio aceptable como para arriesgarme a hacer rutas de ese estilo.
Así que me apetecía hacer una tirada “larga” por carretera, para entrenar las piernas de cara a estar mucho rato sin parar de pedalear. Y bueno, también porque hacer carretera me gusta, y mucho, y tenía ganas ya de hacer unos cuantos kilómetros por asfalto.
La idea inicial era hacer la misma ruta, pero a la inversa, que había hecho semanas atrás yendo a visitar el Castell de Subirats. Pero al final preferí variarla un poco y combinarla con una ruta que hice hace ya más tiempo, y que tenía ganas de repetir, al menos en parte.
Corbera – La Creu Aregall – Gelida – Casablanca/Martivell - Sant Sadurní d’Anoia – Els Cassots – Subirats – Lavern – Sant Sebastià dels Gorgs – Sant Cugat Sesgarrigues – Avinyonet del Penedés – Olesa de Bonesvalls – Ca n’Olivella/Can Prunera – Vallirana – Cervelló – La Palma – Corbera
En Olesa de Bonesvalls. Un avituallamiento merecido
Un recorrido que me encanta, y en el que tuve que luchar contra el fuerte viento que me estuvo frenando durante muchos kilómetros, sobretodo en la zona del Penedés. Tampoco es que fuera huracanado, ni muchísimo menos, pero entre que me daba siempre de cara (que raro), y que las ruedas de tacos de las bicis de montaña no son precisamente las más adecuadas para rodar por asfalto, acabé la ruta bastante cascado de piernas.
Bueno, los 70 kilómetros y 1300 metros de ascensión que me salieron también tuvieron que ver. Casi 4 horas de pedaleo en las que disfruté muchísimo de rodar por el asfalto de aquellas carreteras.
Un recorrido que me encanta, y en el que tuve que luchar contra el fuerte viento que me estuvo frenando durante muchos kilómetros, sobretodo en la zona del Penedés. Tampoco es que fuera huracanado, ni muchísimo menos, pero entre que me daba siempre de cara (que raro), y que las ruedas de tacos de las bicis de montaña no son precisamente las más adecuadas para rodar por asfalto, acabé la ruta bastante cascado de piernas.
Bueno, los 70 kilómetros y 1300 metros de ascensión que me salieron también tuvieron que ver. Casi 4 horas de pedaleo en las que disfruté muchísimo de rodar por el asfalto de aquellas carreteras.
MARTES 16. PREPARANDO LAS PIERNAS
Me tomé tres días de descanso merecido. Mientras, aparté de mi cabeza la idea de subir a Sant Llorenç de Morunys, y la cambié por otra que llevaba rondándome ya muchos meses: hacer alguna ruta por El Montseny. Así que me dediqué a buscar rutas en internet, y acabé por seleccionar un par que me veía con fuerzas para hacer.
Antes de ir “pallí” quería hacer una última salida por carretera, esta vez más corta, para preparar ya definitivamente las piernas para el trote que les iba a dar en días posteriores.
Hice un recorrido fácil, de Corbera a Martorell, pasando por Pallejà y Sant Andreu de la Barca, para volver luego a Corbera subiendo a La Creu Aregall. Un recorrido que me conozco muy bien, y que me sirvió para animarme aún más de cara a la salida al Montseny.
Dos salidas seguidas por asfalto
Dos salidas seguidas por asfalto
Subiendo hacia La Creu Aregall me adelantó un “carretero”, Nico, al que acabé por coger (él iba bastante petado ya), y con el que ya hice el resto del camino de vuelta hasta casa. Nos dimos los teléfonos para ver si algún día hacemos una salida juntos (también hace montaña).
Total, 40 kilómetros en poco menos de 2 horas, con sus 625 metros de desnivel acumulado. Bien, sólo se trataba de preparar las piernas.
Suaaaaave
Suaaaaave
...
De momento, aunque tampoco había hecho grandes cosas, esta primera mitad del mes estaba resultando mínimamente aceptable. Un poco de bici, un poco de senderismo, un poco de “futing”, y disfrutando de las vacaciones.
Bruno
Bruno
Hola Bruno, ya veo que has aprovechado las vacaciones , haciendo pateadas, correr y bici, como bien dices hay que hacer lo que te pida el cuerpo en ese momento y disfrutando sin agobios,ya llegaran otros tiempos.
ResponderEliminarYo por mi parte no e echo nada de nada, no e visto la bici en todo el mes, asi que ahora toca salir un poquito y empezar a coguerle el gusanillo otra vez, venga nos vemos.
JORGEHERRAEZ
Kumpañññññ!!!!! que ya estamos de vuelta a la cruda realidad. Me llaman barrilete, jeje... aunque este año muchisimo menos.
ResponderEliminarVeo que no has perdido el tiempo en la primera quincena (yo tampoco, pero la segunda....). Bueno espero que estes más motivado que el primer semestre del año, que ya has descansado lo tuyo y tus tendones también. Haber si quedamos para hacer una excursión por cualquier montaña, pero ten piedad conmigo que tengo que perder unos kilitos aunque con este calor infernal que hace, seguro que los pierdo rápido.
Haber si me pongo yo en mis crónicas, que se me van a olvidar.
Nos vemos pronto, máquina.
Txarly.
Hola Jorge! Pues sí, aprovechando un poco el tiempo, e intentando disfrutar de lo que me pida el cuerpo. A veces es mejor sólo dejarse llevar.
ResponderEliminarY tú no te preocupes si no has hecho nada, que con el año que llevabas ya te habrá ido bien un pequeño descanso.
Venga, nos vemos cualquier día.
Ese barrilete, jejeje! Cuando quieras "nos ponemos", que no te creas que yo estoy tan bien. Y los tendones, pues ahí andan, saludando de vez en cuando...
Pero eso que dices del calor infernal... pero si no ha hecho casi nada. ¡Yo quería más!
Bueno, nos vemos en el verdadero infierno...