Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

miércoles, 21 de diciembre de 2016

RESUMEN OTOÑAL


Pues así fue, y tal y como preveía al final de la anterior crónica, tardé en volver a subirme a la bici… ¡2 meses y 2 días!



Domingo 6 de noviembre.- HE VUELTO

En fin, que sí, que un día u otro tenía que volver a coger la bici. “He vuelto”, me dije….

Salida de reencuentro con la bici y conmigo mismo, haciendo un recorrido bastante típico ya, y que es muy “resultón”, pues en un par de horas de ruta me da tiempo de hacer un poco de todo, y de volver a casa muy satisfecho con la salida.

Ya metido en faena, por el Fondo del Blai
Se veía bien, pero ¡joder con los putos cables!



Lunes 14 de noviembre.- 4KM CORRIENDO

Una semana y un día después tenía planeado salir otra vez pero, no recuerdo muy bien por qué, me rallé y acabé saliendo a correr, que me apetecía más que la bici, y hacía ya mucho tiempo que no me calzaba las “deportivas”.

No fue un mal complemento de la salida betetera de una semana antes.

Ocho días ya sin coger la bici…

¡Eso es un perfil espectacular!



Sábado 3 de diciembre.- BASEANDO

Pues sí, había pasado ya casi un mes desde que “había vuelto” a coger la bici.

Y claro, pasa tanto tiempo entre una salida y otra que hasta me planteo hacer un poco de base cada vez que salgo. Así que en esta ocasión me subí a “la Espe”, que hacía ¡seis meses! que no la tocaba. Pobrecica ella…

2 horas agradables en las que hice 42km totalmente llanos, siempre con el plato pequeño, que no nos olvidemos, estaba haciendo base…

Muy contento al llegar a casa



Jueves 8 de diciembre.- EN CALAFELL

Aprovechando el día de fiesta fui a pasar el día a Calafell con unos de mis primos.

Fui hasta allí en bici, siguiendo una ruta que me había preparado en el “wikiwiki”, y en la que en un momento dado me vi dentro de una zona de cultivo privada, diciéndole al dueño que si no pasaba por allí no sabría llegar a mi destino…

Una vez ya en Calafell hice una pequeña ruta-paseo con mis primos, padre e hijo, que se están iniciando en el mundillo ciclista.
Después de la rutilla, pedazo de barbacoa, con madre e hija también, pasar la tarde con ellos, y ya de noche, de vuelta a casa por asfalto.

Un día muy bien aprovechado, y en muy buena compañía.

Camino de Calafell

Mi primillo, con su bici nueva...

... y mi primaco, con la pedazo de Torrot de los '80. 

¡Qué bien me tratan siempre!



Domingo 11 de diciembre.- CUÑADISMO II. RESETEANDO

Como ya comenté al final de la última crónica, después de reflexionar llegué a la conclusión certera de que las caídas de mi querido cuñado Javi habían sido totalmente culpa mía.

Así que cuando me comentó de quedar un día para venir a mi casa a hacerme un arreglo eléctrico, y de paso salir juntos en bici y luego comer con mi hermana y mi sobrina, no pude desaprovechar la ocasión de darle el placer de salir conmigo en una ruta sin percances.

Y es que, si después de tres meses de la anterior salida conjunta, había tenido el valor de decirme de volver a salir conmigo, no iba yo a cometer otra vez el mismo error de meterle por sitios que requieren de unos pocos kilómetros más de rodaje ciclista de los que él tiene actualmente.

Planteé una ruta pistera, con un sendero sin grandes complicaciones, y que creo que fue muy de su agrado. Pasamos un agradable rato de bici montañera, y luego junto con mi hermana y mi sobrina disfrutamos de una bonita tarde en familia.

Un día perfecto.

Poco a poco cogiendo más experiencia



Domingo 18 de diciembre.- CON VÍCTOR Y JAVI AL PUIG D’AGULLES

Se acerca el 28 de diciembre, y con él la “Inocentes”, típica salida de fin de año que hace ya cinco que Carlos se ocupó de instaurar en nuestra rutina betetera.

Para esta ocasión tengo convencidos a mi primo Víctor, a mi cuñado Javi, y a mi amigo Ilde para que se vengan con nosotros a disfrutar de una buena mañana de bicicletas, risas, y panceta, jajaja…

Así que para este domingo 18 organicé una salida entre nosotros por tierras corberenses, con la intención de hacer una ruta meramente física y comprobar así en qué estado nos encontramos de cara a la Inocentes 2016.

A última hora, y por “razones de fuerza mayor”, Ilde no pudo asistir y finalmente fuimos tres los que nos juntamos a ver qué tal se nos daba la mañana.

Una ruta con mucha subida que nos sirvió para ver que no estamos tan mal.

Víctor un par de niveles por encima de nosotros, Javi sorprendiéndome gratamente por el coraje que demostró en todas las subidas, y yo tirando de experiencia para poder completar satisfactoriamente los 850 metros de ascenso acumulado que hicimos en los 27 kilómetros del recorrido.

A nivel personal, tengo que decir que me resultó especialmente reconfortante subir otra vez a la cima del Puig d’Agulles. Subir hasta “la bola”. Me sentí enormemente satisfecho conmigo mismo por el esfuerzo que fui capaz de realizar para conseguir coronar la cima. Fue como revivir glorias pasadas, jejeje…

Repasando ahora en mis archivos veo que la última vez que subí al Puig d’Agulles fue el 8 de octubre del muy lejano 2011, cuando después de 85 kilómetros de ruta Xavi se empeñó en que subiéramos a la bola. He de decir por eso, que yo, que en aquella época estaba empezando a flaquear, subí los últimos metros andando.

Aunque también es verdad que sólo tres días antes sí había subido dando pedales.

08-10-2011 - La última vez que subí a la bola (andando)

05-10-2011 - La última vez que subí dando pedales

En cualquier caso, hacía ¡5 años y dos meses! que no subía a la cima del Puig d’Agulles, el otrora destino casi ineludible de cualquier salida que hiciera en bici.

Mención especial tengo que hacer de mi cuñado, que llevando cuatro días como quien dice con la bici, fue capaz de subirse todas las tremendas subidas que se le fueron presentando durante el recorrido, que de verdad fueron unas cuantas y con perfiles rondando el 18-20% durante muchos metros todas ellas.

Ya en los últimos 50 metros de ascenso a la bola no pudo más y tuvo que echar el pie al suelo, no siendo ese hecho para nada desmerecedor del  gran comportamiento encima de la bici que tuvo durante toda la ruta.

Al final, una bonita mañana la que pasamos los tres, y que esperamos repetir en muchas más ocasiones.

Subiendo al viejo puerto del Ordal

Mi cuñado...

... y mi primo.

Vaya cara de pan de kilo se me ha puesto en estos últimos años...

Javi encarando la bola

Contento por ver de nuevo esa imagen

¡Lo hemos conseguido!

Bonitas vistas desde allí arriba

Mi primo se quiso llevar un recuerdo de la ruta


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Bueno, pues de momento eso es todo. A ver si hago una salidilla más antes de la inocentada, y espero que el año que está a punto de comenzar me traiga kilómetros y kilómetros de disfrute a lomos de las bicis.



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