Ayer lunes por fin conseguí romper el maleficio del frío. Desde la salida que hice con los compañeros de trabajo el último sábado de noviembre, no había vuelto a salir con la bici. 23 días sin tocarla.
Entre pequeños catarros, cambio de horarios en el trabajo, y la llegada definitiva del frío, no había “encontrado el momento” de salir un rato, y había entrado en ese estado de apatía peligroso, por el cual no cogía la bici excusándome en que hacía frío, y en que no tenía "obligación" de salir. Ya ves tú.
Entre pequeños catarros, cambio de horarios en el trabajo, y la llegada definitiva del frío, no había “encontrado el momento” de salir un rato, y había entrado en ese estado de apatía peligroso, por el cual no cogía la bici excusándome en que hacía frío, y en que no tenía "obligación" de salir. Ya ves tú.
Hoy era el tercer día consecutivo levantándome y viendo que hacía un sol espléndido. Perfecto para no salir con la bici y luego echármelo en cara. Y es que ya llevaba así varios días. Que si hace frío, que si en un par de horas se irá el sol, que si hay muchos días para salir, que si ya saldré cuando tenga más ganas…
De esta manera entras en una mala dinámica de la que es difícil escapar. Y la verdad es que tenía ganas de salir aunque fuera un ratillo, y que por lo menos me diera el aire. Cuando llevo unos días sin hacer ejercicio empiezo a estar “intranquilo”.
Así que, aunque la hora de salida no iba a ser la más adecuada, le he puesto ganas y a eso de las doce del mediodía (un poco más y salgo de noche) me había preparado y he salido a la calle. Eso sí, he tenido que hacer un poco de trampa mental, y he metido la bici en el coche para acercarme sin esfuerzo a la zona por la que quería investigar unos caminillos que tenía vistos en el güikiloc, y que me servirían para enlazar otros que ya conozco.
He ido en coche hasta La Creu Aregall, más que nada para no perder esos tres cuartos de hora que habría tardado en llegar allí por montaña. Y también porque después de tantos días sin pedalear, no me apetecía salir con prisas y teniendo que hacer esa subida, que no quería gastar las pocas fuerzas que tuviera ya en la primera hora de ruta. Aunque luego, ya de vuelta, he pensado que no habría pasado nada si hubiera dejado el coche en casa. Pero tampoco ha sido mala idea llevármelo.
Desde La Creu lo primero que he hecho ha sido intentar encontrar, sin éxito, un senderillo que supuestamente uniría el Camí Ral con la carretera. Primera decepción del día. Parece que el senderillo ha desaparecido. Bueno, pues a otra cosa.
Cruzo la carretera e inicio el camino que bordea la masía de Can Planes y supuestamente sube hasta un poco antes del sedero que lleva a la Roca Foradada. Segunda decepción del día, estaba cortado a pocos metros de empezar. Un gran tapón de tierra, ramas, hierbajos, algún tronco, y un trozo de alambrada impedían totalmente el avance, por lo menos con la bici. He estado un rato allí mirando de qué manera se podría atravesar la “presa” (que es lo que parecía), y finalmente he decidido dar la vuelta e intentar hacer el camino desde el extremo opuesto.
Así que me he metido en la urbanización y he ido en dirección a la Roca Foradada, para coger el camino desde ese lado. Empiezo por descubrir una bifurcación que llega hasta otra calle de la urbanización, y que me servirá para acortar el camino de subida a la Roca en otras ocasiones. Bueno, algo positivo de momento.
Vuelvo hacia atrás para continuar con el camino que estaba investigando, y un tramo después, justo llegando a las inmediaciones de la masía, pedazo de valla cortando el camino. Mi gozo en un pozo. Me bajo a observar la situación, y veo que sólo un poco más adelante estaba la continuación del camino que me llevaría hasta la “presa” de antes. Qué lástima, porque era un camino muy chulo de hacer, a parte de que me habría servido para subir a la Roca sin tener que entrar en la urbanización.
Está claro que el camino está dentro de los límites de la propiedad de la masía, y los dueños de ésta han decidido (o decidieron en su momento), que por allí no iba a pasar ningún vehículo motorizado más. Porque estoy seguro que estos cortes de caminos en esta y otras zonas de las montañas, suelen ser siempre porque los propietarios de esos terrenos se han cansado de que pasen por allí todo-terrenos, quads, motos, y quién sabe si también bicis, e incluso gente andando.
Está claro que el camino está dentro de los límites de la propiedad de la masía, y los dueños de ésta han decidido (o decidieron en su momento), que por allí no iba a pasar ningún vehículo motorizado más. Porque estoy seguro que estos cortes de caminos en esta y otras zonas de las montañas, suelen ser siempre porque los propietarios de esos terrenos se han cansado de que pasen por allí todo-terrenos, quads, motos, y quién sabe si también bicis, e incluso gente andando.
En fin, que es una pena. Vas por la montaña, por un camino que tiene su encanto, que te permite ir de una parte de la montaña a otra, o acceder a algún paraje digno de visitar, y de repente te encuentras con que el camino lo han cortado con troncos, con rocas, con vallas…
Bueno, después de lamentar unos instantes la situación encontrada, ya me di la vuelta y me acerqué a disfrutar de las vistas que hay desde la Roca Foradada, que precisamente está también dentro de los terrenos de esa propiedad, y a la que cualquier día también nos van a impedir el paso. Mientras no sea así habrá que seguir disfrutando de ese paraje tan espectacular.
Después de unos minutos allí parado continué con el plan de la jornada, que ahora era seguir un camino que teóricamente me llevaría desde allí arriba (el Collet de Can Canals) hasta Gelida, bajando por la parte de la montaña que hay al lado izquierdo de la carretera.
Un camino muy pedregoso y empinado, que rápidamente me imaginé incapaz de subirlo pedaleando, pues mi estado de forma y el estado del camino no lo iban a permitir. Pensé que tampoco pasaría nada si tenía que caminar algún tramo, pero según iba bajando me di cuenta de que iban a ser muchos los tramos, así que ya decidí que volvería por carretera.
Al menos este camino no estaba cortado en ningún punto, y pude hacerlo completamente, justo hasta donde tenía previsto, un poco antes de llegar a la altura de la Creu de Rocassagna. Desde allí tenía dos opciones: una era salir ya a la carretera y volver hacia La Creu, y la otra era intentar llegar hasta Gelida, en la zona del Serralet.
Decidí primero asomarme a la carretera, para confirmar que estaba en el sitio correcto, y luego ya intenté llegar a Gelida, cosa que conseguí a medias. El camino se acababa volviendo no ciclable, aunque en un apuro permitiría entrar en el pueblo, aún a costa de pegar algún salto con la bici a cuestas.
Una vez visto lo visto, ya me di la vuelta y salí a la carretera, para subir por ella hasta La Creu Aregall. Me pegué una subida como hacía mucho tiempo que no recordaba haber hecho. Siempre con un ritmo de pedaleo alto, y más fresco de lo que me esperaba, subí hasta la Creu a una velocidad muy aceptable. Eso sí, con las pulsaciones por las nubes, que es lo que pasa cuando llevas tantos días sin coger la bici. 194 llegó a marcar el pulsómetro en el último tramo ya llegando al puerto, que me gusta hacer de pie sobre la bici. La verdad es que disfruté mucho haciendo esta subida por carretera.
Ya en la Creu, aunque la intención era estirar las piernas unos minutos y marchar para casa, pensé que ya que estaba, podía seguir hasta la cruz. Así que fuí hasta allí, y luego aún me entretuve, en el Pla dels Voluntaris, siguiendo un sendero que me quedé con ganas de investigar el día que estuve por allí con los compañeros de trabajo. Hice bien, porque es un sendero que va a parar al camino que viene desde la zona de Castellví de Rossanes, y que me vendrá muy bien para futuras salidas.
Una vez se acabó el sendero, en lugar de volver a subir por la carretera ese escaso kilómetro que quedaría hasta el puerto, volví hacia atrás por el mismo sendero. Ahí ya iba yo un poco tocado y tuve que caminar algunos tramillos. De ahí al coche, guardar la bici, estiramientos obligatorios, y para casa.
Una vez se acabó el sendero, en lugar de volver a subir por la carretera ese escaso kilómetro que quedaría hasta el puerto, volví hacia atrás por el mismo sendero. Ahí ya iba yo un poco tocado y tuve que caminar algunos tramillos. De ahí al coche, guardar la bici, estiramientos obligatorios, y para casa.
23 kilómetros y 820 metros de ascensión, en casi 2 horas y media de pedaleo y un poco menos de una hora de paradas
En resumen, una salida muy corta en kilometraje, pero muy satisfactoria por el hecho de haber roto tres semanas de inactividad. Y aunque algunos de los caminos que quería hacer estaban cortados o no existen, sí que descubrí un par de ellos que me permitirán ampliar el abanico de posibles trayectos en otras salidas.
Además era la primera salida que hago llevando un mapa decente en el gps. Ahora ya se ve algo más en la pantalla, que antes sólo se veía la línea de lo que yo iba haciendo. La verdad es que es una gran ventaja llevar un buen mapa, pues tienes siempre la posibilidad de comprobar hacia dónde va el camino que estás siguiendo, o incluso buscar una alternativa diferente. Eso sí, he comprobado que algunos de los senderos que salen en el mapa no existen en la realidad (han desaparecido por culpa de la vegetación, por ejemplo), y que, en cambio, sí existen otros que no salen en el mapa.
Me sirvió también para quitarme ese miedo al frío que había cogido por culpa de no salir en tantos días. Que sí, que hace frío, pero es lo que toca en estas fechas, y es soportable. Pero es que a mí me gusta más el calorcito.
Y por último, no me encontré tan mal como me esperaba. Aunque para lo que hice tampoco hay que estar muy bien, ¡jajajajajajá!
Bruno
Bruno
Clar que sí Bruno... que fa fred ?? doncs una altra capa i a pedalar.... amb les ganes que tinc jo de pedalar..... amb neu i tot surto!!! Una abraçada i cuida't .... i abriga't!
ResponderEliminarKumpañññ ya era hora, que perro te estas volviendo, joder si yo pudiera, saldría hasta lloviendo.
ResponderEliminarPero que es eso de salir tan tarde de casa.... y encima en coche, no me lo puedo creer... a tus años y haciendo trampas, jeje....
Parece ser que te han salido rana lo primeros caminos. Otra cosa, muy espectacular las vistas de la Roca Foradada, pero no hay ninguna foto al respecto.
Pero que eso de subir la Creu a 194 pulsaciones, aunque sea al final..... estas zumbao, que te va a dar algo. Que estamos en pretemporada!!!!!
Bueno, tú mismo lo dices, no es que hubieras echo "La Vuelta a España", pero por lo menos has salido de casa que es lo que cuenta. Ya veo que el mapa del GPS, dentro de lo que cabe ha ido bien.
Miedo al frío..???, pero que me estás contando, si todavía no ha empezado el invierno (bueno ahora sí, perdona), pues no tiene que caer "na" todavía.
Haber si algún día coincidimos y nos damos un paseillo. Que yo aunque no pueda, ya tengo ganas.
Bueno Kumpañ, solo una cosa más. Desearte unas FELICES FIESTAS Y UN AÑO 2011 BUENISIMO.
Salud.
Venga Bruno, anima ese cuerpo ,disfruta de las fiestas y a empezar el año con salidas tranquilas.
ResponderEliminarHas vist Mònica? Els que podem, no sortim, i tu morin-te de ganes per agafar la bici.
ResponderEliminarBueno, aprofita per carregar-te bé de carbohidrats, o sigui, que t'atipis bé de torrons i lo que faci falta. Ja ho cremaràs més endevant.
Una abraçada, i que passis molt bones festes!!!
Cumpaaaaaaaaaaaaaaaaaany!!!! Guau, guau, guau!!
Qué malo es el sendentarismo, se le quitan a uno las buenas costumbres.
Ya ves, si no cojo el coche igual ni salgo, jajajá!! Eh, pero a tope, a 194, jajajá, un poco más y reviento el pulsómetro!!
Pero como dices, al menos he salido, que ya estaba bien de tonterías. No ha sido la etapa del Tourmalet, pero algunas subidas sí que me he marcado. Y encima, entretenido con el gps, que sólo me faltaba eso. Y suerte que no llevo cámara de fotos...
Bueno, cuando haga muchísimo más frío ya quedaremos para hacer una ruta juntos, que contigo estoy más acostumbrado a pasar frío.
Espero que se te quite ya de una vez el dolor de la muñeca, que vaya racha llevas este año.
A ver si el que viene tienes más suerte, y se te quitan todos los achaques, ¡que no eres tan viejo!
Que pases muy buenas fiestas, cumpany!!!
Sí señor, Jorge, hay que animarse, pasárselo lo mejor posible estos días, e ir haciendo salidillas de puro disfrute y tranquilidad. Lo que pasa es que cuando me caliento me entran ganas de hacer salidotas, pero habrá que ir poco a poco.
Muy buenas fiestas para tí y tu familia.
AI AI AI no em parlis de turrons que m'agafa de tot!! Bones festes i a veure si durant el 2011 algun dia coincidim... sobre rodes !!! Cuida't i merci pels ànims.
ResponderEliminarBueno Mònica, ja menjaré jo torrons per tots dos, jajajaja... va, i també em beuré un parell de copes de cava a la teva salut.
ResponderEliminarEstaria bé trobar-nos algun dia per la carretera. Això si, jo amb la bici de montanya. Hauré d'aprofitar quan comencis un altre cop a pedalar, que encara estaràs al meu abast, que si no més endavant em serà impossible!
Que passis molt bones festes, i no hi pensis, en la bici, que tot arribarà. Simplement gaudeix d'aquests dies de "relax"...
Muy buena web.
ResponderEliminarHemos llegado a ella a partir de otros amigos.
Te invitamos a hacerte fan y seguidor de nuestro blog http://bttzonaalta.blogspot.com/.
A disfrutar.
Gracias por la visita a la gente de bttzonaalta. Ya me iré pasando por vuestro blog.
ResponderEliminarQue tengáis un buen año, tanto en lo ciclista como en lo personal.
Saludos