Había vuelto ya de Zamora, y llevaba semana y media sin dar palo al agua. Pero no podía acabar las vacaciones sin hacer una última salida "importante" que sirviera como colofón a un agosto bastante productivo.
Se trataba de repetir otra de mis rutas de carretera hechas con la bici de montaña allá por el año 2010, cuando estaba en mi mejor época ciclista. Cuando era capaz de hacer 100 kilómetros y 3000 metros de ascensión por carretera y con ruedas de tacos... algo totalmente inconcebible hoy en día.
La ruta en cuestión partía de Sant Llorenç de Morunys, bordeando el pantano de La Llosa del Cavall en dirección a Solsona, para desde allí subir hasta la estación de esquí del Port del Comte previo paso por el Coll de Jou.
Desde la estación de esquí del Port del Comte la ruta sigue hasta la estación de esquí nórdico de Tuixent-La Vansa, pasando por el Coll de Port, y finalmente, baja ya de vuelta a Sant Llorenç de Morunys por la carretera de La Coma i La Pedra.
Una ruta muy guapa, y con un kilometraje y desnivel apreciable, que me veía totalmente capacitado para realizar, aunque sabía que fácil no me iba a resultar. De tal manera que ya antes de hacerla decidí que el tramo entre las estaciones de esquí del Port del Comte y de Tuixent-La Vansa no lo haría, con lo que me quitaría de encima unos cuantos kilómetros y unos cuantos metros de ascensión durillos.
Total, que allí estaba yo a las diez y media de la mañana del último día de vacaciones dispuesto a darlo todo encima de la bici. Sólo faltaba poner en la posición correcta el sillín que me habían dejado para probar, buscando un metro para hacer las medidas... acabé en uno de los hoteles del pueblo usando uno de madera que me dejaron allí...
Bueno, que el día era perfecto para ir en bici, con sol, sin previsión de lluvia ni de viento ni de nada parecido, y contento por haber roto la mala dinámica de pereza deportiva total en la que había estado durante la última semana y media...
¿Encontraré la luz al final del túnel...? |
Primeros kilómetros de la ruta perfectos para ir acoplándome a la bici y desentumeciendo los acomodados músculos de las piernas.
Primeras vistas del pantano de La Llosa del Cavall y el Port del Comte |
Las vistas iban a ser espectaculares durante toda la ruta. Es lo bueno de coger el coche y hacer unos cuantos kilómetros para alejarse un poco de casa y rodar por carreteras más motivantes.
Es curioso como por Huesca me encontré con formaciones rocosas idénticas |
La Mola de Lord, y su santuario en la cima |
Estaba claro que fotos podía hacer chorrocientas, pero tampoco podía ir todo el camino con la cámara en la mano, que al final ni coges ritmo ni estás por la labor. Así que cámara al bolsillo y a pedalear con ganas.
A quién quiero engañar...
Si es que así no hay manera de dar pedales en condiciones... |
La zona merece una visita ex profeso sólo para hacer fotos |
Suerte que ya no usamos carrete... |
Que se vea quién está detrás de la cámara |
Allí abajo, el Cardener siguiendo su camino después de su paso por la presa |
Bueno, ahora sí, era ya el momento de dejar la cámara guardada y de ponerse manos a la obra en serio, que a ese paso no iba a llegar nunca a mi destino.
Los siguientes kilómetros continuarían con la tónica de bajada casi continua salpicada por algunos repechones y algún falso llano, hasta llegar a Solsona, donde haría cambio de carretera y de paisaje para encarar ya en dirección al Coll de Jou.
Durante un buen rato no pararon de pasar grandes motos, a toda pastilla, haciendo mucho ruido, y haciéndome sentir realmente incómodo e inseguro por una carretera que en condiciones normales no te da esa sensación, a pesar de que es una carretera rápida. Y es que los pocos coches que me pasaron no "me dieron ningún problema", pues la situación era bastante normal, pero cada vez que venía una moto, tanto de frente como por detrás mío, la tensión que me invadía me hacía pasar realmente un mal rato.
Al parecer se habían puesto todos de acuerdo para ir a hacer unos tramitos por aquella carretera.
Es lo malo de salir los domingos. Aunque pensé que por aquellas carreteras no habría casi tráfico a pesar de ser domingo. Bueno realmente así fue, sólo me encontré con más movimiento del deseable en aquellos pocos kilómetros.
Es "curioso" como los motoristas, que en principio tendrían que ponerse en nuestra piel pues ellos van también sobre dos ruedas y son más vulnerables que los coches, resulta que fueron los que me hicieron pasar algo de miedo en algún momento, pues algunos de ellos me pasaron más cerca incluso que los coches. ¡Pero si tienes toda la carretera para ti, capullo!
En fin, que desde Sant Llorenç de Morunys fueron casi 24 kilómetros recorridos en una hora, con tendencia de bajada (500 metros acumulados), pero con algo más de subida de lo que podría parecer (250m de ascenso), sobretodo en los últimos diez kilómetros.
Aunque se podría decir que habían sido de calentamiento, pues es a partir de Solsona cuando la cosa se va a poner seria de verdad, ya que me esperan, sin duda, los kilómetros más duros de la jornada.
Encima, para poner la cosa más difícil, justo el kilómetro más duro de esa carretera (creo que la pendiente era del 14-16% más o menos) resulta que estaba en obras, y me toca pararme en un semáforo de regulación de paso alternativo y hacer caravana con no sé cuántos coches.
Así que cuando se puso en verde y pude seguir me tocó meterle caña para molestar lo menos posible (el paso no era muy ancho) hasta que pude meterme en el lado que ya estaba arreglado y pedalear más tranquilo.
Bueno, lo más duro había pasado, pero aún me quedaban unos cuantos kilómetros de subida.
A mi ritmo, intentando regular las fuerzas, que no eran muchas precisamente, y disfrutando del paisaje y de la carretera, que aunque lo estaba pasando un poco mal, aquellas carreteras te hacen disfrutar incluso cuando no vas sobrado.
Pero sí que es verdad que estaba teniendo ya la sensación de que no iba a ser capaz de completar la ruta tal y como la había planeado. La semana aletargada que había pasado estaba claro que no le había hecho ningún bien a mis piernas, y a pesar de haber hecho unas buenas rutas durante las vacaciones, eso no bastaba para vivir de rentas en recorridos exigentes como este.
Nada que ver la tranquilidad de esta carretera con lo de kilómetros atrás... |
Panorámica forzada de los paisajes que iba dejando atrás |
Vistos desde otra perspectiva (¡vaya careto, por cierto!) |
De todas maneras, me iba acercando a mi primer objetivo, que era el Coll de Jou, y aún yendo mal de fuerzas y de sensaciones en las piernas, no acababa yo de estar convencido de no poder hacer toda la ruta.
Además, después de casi 20 kilómetros seguidos subiendo, hay un tramo de dos kilómetros de bajada y uno de falso llano que te hacen volver a creer en ti y en tus posibilidades, aunque sea sólo por unos breves momentos, ¡jajajaja!
Según me viera al llegar al Coll decidiría qué hacer.
Poco a poco me iba acercando a mi objetivo |
Ya va quedando menos... |
Visto así parece fácil |
Las vistas ayudan a olvidarse un poco del sufrimiento |
¡Por fin! |
Parada obligada en la Font del Coll de Jou |
Bueno, pues dos horas y casi 23 kilómetros seguidos de subida después de haber pasado por Solsona, llegué por fin al Coll de Jou. Los últimos tres kilómetros se me hicieron bastante duros, y es que ya llevaba unos cuántos acumulados y las piernas no daban para mucho más.
Me estuve allí un rato, comiendo, bebiendo, haciendo fotos, enviando fotos y ubicación, reflexionando... y llegué a la conclusión de que por esta vez ya estaba bien. No estaba en condiciones, ni había necesidad, de seguir adelante y meterme 6 kilómetros más de subida hasta la estación de esquí del Port del Comte. ¿Que habría llegado? Sí, pero petado, y no tenía ganas.
Más o menos me había quitado esa espinita, y cinco años después de haberla hecho con la bici de montaña, por fin había hecho esta ruta con una bici de carretera. Mucho más duro. Con la de montaña, si tienes fondo, pones el molinillo y subes lo que haga falta. Con la de carretera, si no tienes fuerza, no subes.
Además, en aquella época estaba muchísimo más en forma que ahora. No hay color.
Bueno, una vez me autoconvencí de que no era un fracaso no llegar hasta el Port del Comte, si no que era un gran logro haber llegado hasta el Coll de Jou, ya sólo faltaba hacer los 9 kilómetros y 500 metros de descenso hasta Sant Llorenç de Morunys para marcharme contento a casa.
Punto final de la ruta |
Una panorámica de lo que se ve bajando por esa carretera. De frente... |
... y hacia un lado. |
Algo así se puede ver en persona |
Finalmente, 55 kilómetros en 3 horas y cuarto de pedaleo, con 1200 metros de ascenso acumulado, casi 1000 del tirón. Son pocos kilómetros, ya lo sé, pero son durillos. Además, si te vas satisfecho, nunca es corto el recorrido.
Un perfil muy sencillo, para una ruta no tanto |
Y además, con la ruta en sí a lo mejor no, pero si miro los datos de todo agosto me quedo muy satisfecho de lo que he hecho, pues en 6 salidas con la bici de carretera he recorrido 400 kilómetros con casi 8000 metros de ascensión.
Me parece que para mi nivel está muy pero que muy bien.
Eso sí, no me puedo quedar ahí, tengo que seguir mejorando.
Bien cumpañ bien!!!
ResponderEliminarBonitas vistas las que hay por esa zona, la próxima vez te acompaño y subimos al Port del Comte.
Si ya lo has dicho bien, lo mejor de todo es salir satisfecho de lo que haces y la verdad es que te has pegado un buen agosto.
Esto va viento en popa!!!
Hombre, te he de decir que si llego a ir acompañado a lo mejor sí que habría sido capaz de llegar al Port del Comte, así que ya sabes, otra ruta que nos queda "pendiente"... Ya la medio conoces, y vale mucho la pena hacer una salida por ahí.
ResponderEliminarY sí que es verdad que me he cascao un agosto como hacía años, y aunque a otro nivel,
sí que estoy contento con lo que he hecho. Siempre con un extra de motivación por ponerme a nivel para el día que salgamos por fín...
A ver si el viento sigue de popa, jejeje...
Gracias por la visita cumpany!!!
heee... yo os acompaño, pero el dia que decidamos hacerlo por montaña, que esta muy xulo tambien, me encanta esa zona.... gran salida Bruno, estas mas fuerte que el vinagre ya!!! jiji un abrazo
ResponderEliminarNo sé, no sé, Xavi, que tú sí que estás fuerte... ya veremos si el día que vayamos te avisamos o no, ¡jajajaja!
EliminarPero bueno, como esta zona la descubrí gracias a ti, a lo mejor me lo pienso y cuando llegue el día contamos contigo, jejejeje...
¡Gracias Xavi, un abrazo!