Dos años habían pasado desde la última vez que me juntara con Xavi o Carlos para salir en bici.
Ellos sí han seguido saliendo juntos, pero yo me había dejado un poco. Así que las expectativas sobre el reencuentro eran altas, pues ganas teníamos los tres. Tanto ellos de volver a salir conmigo, como yo de volver a salir con ellos.
Yo no estaba (ni estoy) en un gran momento precisamente, y la verdad es que un poco de apuro sí me daba juntarme con esas dos bestias, ¡jajajaja!
Carlos no le da tanto a los pedales como en otras épocas, pero el que tuvo retuvo, y muy mal tendría que estar para no lanzarse a prepararnos una buena ruta en la que pasar un buen rato juntos.
Y Xavi... Xavi está muy fuerte, creo yo que como nunca ha estado, hablando en términos ciclísticos. Es él el que da miedo ahora.
Y para completar la jugada, ambos han cambiado de montura en los últimos tiempos. Ahora me da la sensación de que los seis años de mi Lapierre empiezan a ser muchos. Pero como siempre se ha dicho, no pesan los años, pesan los kilos... los míos, que la bici no ha engordado, ¡jajajajaja!
Carlos nos preparó una ruta muy chula y entretenida, que partía de Martorell y nos llevaría hasta Collserola, donde haríamos unos cuantos senderos. Decía él que era una ruta suave que sólo tenía unos cuantos repechos, y que con la caña que me había metido en agosto no tendría problemas para hacerla...
Salimos de Martorell a las ocho de la mañana, y enseguida nos dirigimos al río Llobregat, por cuya ribera derecha rodaríamos un ratillo hasta llegar a la riera de Rubí. Primeros minutos de charla y gracias entre nosotros, mientras calentábamos las piernas en un tramo que no es muy bonito pero que sirve precisamente para eso, para calentar.
Llegados a la riera de Rubí tocaba jugársela un poco, pues las últimas lluvias habían dejado esa zona con un caudal de agua mayor de lo normal.
La expectación era máxima... |
... pero no les di el gustazo. |
Pasada la primera dificultad del día, nos adentramos ya en el Parc de Collserola por la Serra de Roques Blanques, para pasar súbitamente de llanear por el río a subir duras cuestas por una zona de bonitos senderos, algunos de llaneo o de bajada, por suerte, mientras nos dirigíamos hacia Valldoreix y La Floresta.
Primeras subidas y ya me quedo atrás... |
Mala foto para una zona guapísima |
Puedo hacer el mismo comentario... |
Con Xavi abriendo camino como si fuera en moto en lugar de en bici, Carlos siguiéndole el ritmo bastante bien, y yo por detrás haciendo lo que podía, en esta salida volví a la cruda realidad de la bici de montaña.
Los 400 kilómetros hechos en agosto con la Espe me habían ido muy bien para ganar fondo y aguante en las largas subidas que había hecho por carretera, en las que me marcaba un ritmo más o menos constante para, gracias también al 11-32 que le puse, las cosas como son, poder superar esos grandes desniveles a los que me he enfrentado.
Pero a la hora de volver a adentrarme en la montaña se ha hecho evidente que me falta potencia y aguante para hacer los típicos esfuerzos cortos pero de gran intensidad que suponen las cortas pero muy empinadas subidas que te encuentras en cualquier ruta de "montanbaic".
Pequeños repechos, decía Carlos.
Quedaba claro que, aunque no estoy fatal, me falta mucho para ponerme a un nivel de forma medianamente decente. Para muestra, un botón...
Ahí vengo, dándolo todo... |
... pero no ha sido suficiente. |
Xavi estaba tan fuerte que en casi todas las subidas tenía tiempo para hacernos unas fotos |
Menos mal que también había zonas de bajada que me permitían recuperar el resuello y dar un poco de descanso a las piernas, que estaban sufriendo lo suyo.
La verdad es que toda la zona que hicimos por Collserola era muy bonita y divertida. Además, el día húmedo y nublado hacía que la sensación rodando por entre la vegetación fuera aún más intensa.
Una vez rodeado Valldoreix y La Floresta nos dirigimos hacia La Rierada, siguiendo el curso de la riera de Vallvidriera, disfrutando mucho de pequeños pasos por la riera y de zonas realmente divertidas para hacer en bici.
Ahí están, esperando a que yo aparezca... |
Pero todo lo bueno se acaba, y al final dejamos Collserola y llegamos a Molins de Rei, desde donde volvimos a coger el camino del río Llobregat, esta vez por su ribera izquierda, para hacer el camino de vuelta a Martorell.
Y claro, no lo hicimos de paseo precisamente... Con Xavi en cabeza, marcando un ritmo "ligero", y Carlos y yo detrás siguiendo su estela. Bueno, yo más que siguiendo la estela, lo que hacía era chupar rueda todo lo que podía, y si era de Xavi mejor, que con lo grande que es si te pones a rebufo te tapa todo el aire y más.
Pero oye, ni con esas fui capaz de aguantarles el ritmo mucho rato, y al final me fui descolgando poco a poco. Lo cierto es que ese tramo, con todo lo feo que es, fue bastante divertido, y por lo menos yo lo di todo para que lleváramos una velocidad bastante decente, que se hacía tarde y Xavi aún tenía por delante unos cuantos kilómetros más que nosotros.
Pero no se habían acabado todavía las sorpresas de Carlos en forma de "repechos", y como somos así de masocas (todo hay que decirlo), nos dirigimos hacia la Torre Fossada previo paso por una tremenda subida cementada, de sólo 600 metros, pero casi toda al 18-20% más o menos, y que va a dar a la urbanización Costablanca.
Creo que ahí acabé definitivamente con todos los depósitos de glucógeno que tenía en las piernas.
En el Turó de les Forques, descansando un poco después de hacer el bestia |
Después de pasar por la Torre Fossada, en la que ni paramos, seguimos hacia Martorell cruzando por el Pont del Diable, cuyos escalones fue capaz de superar subido en la bici y dando pedales el peazo de bestia de Xavi. ¡Qué fuerte está el tío!
No estuve al caso y no me dio tiempo de grabarle ni de hacerle una foto siquiera. Una lástima, porque es realmente espectacular verle subir por allí.
Bueno, en principio la ruta acababa en Martorell, pero Carlos quería enseñarle a Xavi un camino que le permitiría ir a Sant Esteve Sesrovires evitando la carretera, y aunque yo ya iba bastante justito de fuerzas tenía que dejar el pabellón bien alto y no podía decir que no, así que bajé la cabeza y seguí dando pedales...
No influyó para nada el hecho de que Carlos me dijera que si le acompañaba me invitaba a una cerveza cuando acabáramos la ruta, ¡jajajaja!
Total, que para Sant Esteve nos dirigimos, haciendo una zona de senderos muy chula por la zona del Torrent de Llops, y subiendo aún un par de repechos que me hicieron temer lo peor, pues las dos piernas me dieron varios avisos de calambres que por suerte conseguí aplacar.
En Sant Esteve nos despedimos de Xavi, que siguió sólo hasta su pueblo, y Carlos y yo volvimos a Martorell por la carretera de Piera, malísima para ir en bici.
Y claro, una vez en Martorell, y después de haber lavado las bicis, Carlos no podía faltar a su palabra...
De las contadísimas ocasiones en que yo acabo así una ruta. Pero el reencuentro tras dos años lo merecía. |
De todas maneras, el desgaste provocado por los 60 kilómetros y 1000 metros de ascenso acumulado en 4 horas y 3/4 de pedaleo, bien valía un par de cervezas y un plato de morro de cerdo...
Si ya lo dijo Carlos, "son sólo unos repechillos"... |
En definitiva, una ruta muy guapa, en la que nos lo pasamos muy bien, tanto por el recorrido que nos había preparado Carlos, como por el hecho de volver a rodar juntos. Está claro que tenemos que repetirlo, pero también está muy claro que yo me tengo que poner las pilas, porque aunque esta vez me esperaron con agrado, no me gusta hacer esperar, y mucho menos tener la sensación de que estoy fatal de forma física.
Y cuando vas con gente que está fuerte, pues se nota mucho más...
Vamos a ver Bruno, no veas como me alagas, q siempre gusta..jejeje pero no sera q te has tirado mucho tiempo... pues eso "tirado"..jejeje tu ya sabes q un par de veces al rio y t pones como un toro, ala crack a ver si quedamos mas a menudo, y muy buena cronica como siempre.
ResponderEliminarXavi, tío, estás muy fuerte, y lo sabes... (lástima no poder poner una foto de esas de Julio Iglesias que envían por el whatsapp, ¡jajajajajajaja!)
EliminarEn serio, no te había visto así nunca. Ya le dije a Carlos hace años, que el día que te lo tomaras medio en serio te ibas a poner muy fuerte, y no me equivocaba.
También es verdad que yo he ido para atrás, pero eso ya es otra historia, jejeje...
Un placer rodar con vosotros dos otra vez.
Sólo por verte subir el Pont del Diable valió la pena, ¡qué bestia, jajajaja!
Volveremos a salir, que me he picado...
¡Gracias por la visita!
Has dicho que volveremos a salir??? Cuando???
ResponderEliminarBueno cumpañ, el placer ha sido mío de volver a salir contigo de nuevo y enseñarte esa zona tan chula de Collserola.
Querer es poder y sabemos muy bien que SÍ quieres, así que ya sabes... apretar los machos y ha disfrutar de los pedales de nuevo (lo digo por mí también, haber si aparco las zapatillas de trail un poco) que hay unos objetivos pendientes por ahí.
Nos vemos en el monte, haber si damos caza a Xavi....
A Xavi no hay quien le pille ahora mismo, así que mucho nos vamos a tener que aplicar para ponernos a su nivel. Y saliendo con él no podremos, porque él seguirá mejorando, así que vamos a tener que salir tú y yo sólos... ssssshhhhhhhh... qué él no se entere!!!
EliminarUn placer salir juntos otra vez, que había pasado demasiado tiempo. Habrá que repetir, que es verdad que ganas hay, lo que pasa que me puede la perrería, ¡jajajaja!
Pero bueno, tú sigue con el trail, que así yo tengo tiempo para mejorar un poco antes de que volvamos a salir.
Y la ruta muy guapa, no me esperaba menos... bueno sí, que no me engañaras tanto con los repechos, suerte que luego me resarciste con las cervecitas, jajajaja...
Venga, a seguir dándonos caña!