Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

martes, 17 de agosto de 2010

COLL D'ESTENALLES Y ALGO MÁS


Cada vez me da más palo hacer las crónicas de las salidas.
En algún caso, como en éste, la empiezo el mismo día de hacerla, pero acabo por dejarla a medias, y hasta pasados unos días no la termino. Por pereza. En fin, la última salida que he hecho es del martes de la semana pasada, y casi me va a pasar como con la última crónica, en la que tuve que juntar dos salidas. Ahí va...


MARTES 10 AGOSTO 2010

Acabo de llegar de hacer una ruta por carretera por el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i L’Obac.
Estoy petao. Las piernas muy, muy cansadas, y el culo, muy, muy, dolorido. Aquí hay algo que falla.

Que haya llegado tan cansado puedo achacarlo a los cinco días que hacía desde la última salida (que tampoco), a los 90 kilómetros que he hecho (¿porqué, si sólo me han salido 1700 metros de ascensión acumulada?), al alto ritmo que he llevado en los primeros 50 km (esto podría ser), o al tremendo calor que he pasado en los últimos 50 (también debe tener algo que ver).

Pero el culo... No entiendo porqué en las últimas salidas acabo con el culo tan dolorido.
Ni en el Soplao (14 horas y media de ruta, 12 horas de pedaleo), ni en la VipXtrem (13 horas de ruta, 11 de pedaleo), acabé con el culo tan dolorido.

Quizás sea porque subí un poco el asiento y ahora voy más “forzado” (eso, más bien creo que pudiera ser el motivo de los dolores en los tendones de la pierna izquierda), o quizás es que el Duo-Power ha hecho ya su labor, y tengo que cambiar de asiento y poner el Duo-Power nuevo que compré antes del Soplao (pero es muy estrecho y no me resulta cómodo). Y quizás sea que las horas que le echo a la estática me lo dejan bastante cascao (todo hay que decirlo).

No sé. El caso es que llevo días con el culo dolorido. Y cuando voy pedaleando con el culo dolorido, pedaleo mal, y con menos fuerza de lo normal. Y si encima la subida es de 15 ó 20 kilómetros, que es lo que estoy intentando entrenar ahora, pues peor. Pero es que hoy, ni en bajada podía pedalear bien. Vaya tela...

Encima, se me ha caído la cámara al suelo, y aunque no se ha roto, sí que ha quedado “tocada” y no puedo hacer fotos. Vaya tela otra vez...

En fin, que hoy, sin ponerme el despertador, y habiéndome costado mucho dormirme, me he acabado levantando a eso de las nueve de la mañana, no muy convencido de lo que iba a hacer, pues ya hace días que las previsiones del tiempo para Sant Llorenç de Morunys son malas. Que si lloverá por la mañana, que si de aquí a dos días mejor, pasan los dos días y dicen que va a haber tormenta...

Total, que hoy iba a hacer algo, estuviera el tiempo como estuviera. Sólo dependía de a qué hora me levantara. Y como me he levantado tarde para ir allí arriba, y tampoco me apetecía hacer una ruta por los sitios que he visitado innumerables veces este año, al final he decidido irme a Terrassa, para hacer ruta por carretera en dirección a Mura, pasando por el Coll d’Estenalles.

Una ruta que ya hace unas semanas que tengo prevista, y que no acababa de encontrar el día ni las ganas para hacerla. Hoy era el día perfecto. Aunque esperaba que lloviera un poco, pero ya me daba igual. Vaya agosto llevamos.

Mala señal al salir de casa. Después de cargar todo en el coche, éste no arranca. La batería. La semana pasada me dejé las luces puestas allí en Sant Llorenç (suerte que donde lo dejé aparcado pude maniobrar y arrancarlo moviéndolo), y está claro que la batería no se ha recuperado porque ya estará vieja. Bueno, después de unos momentos de fustración, y cuando ya me iba a ir a casa, lo vuelvo a intentar y... ¡arrancó!

Pues nada, pa’ Terrassa. Luego allí ya miraré de dejarlo en bajada...

A las 11 de la mañana he empezado la ruta. Desde la salida de Terrassa, al lado de Matadepera, he tomado la carretera BV-1221 que sube al Coll d’Estenalles. El cielo nublado y el ambiente fresquito. Bueno, es lo que me esperaba.

La subida la he empezado a un ritmo tranquilo, que había que ir calentando ya que nada más empezar ya vamos hacia arriba. Poco a poco he ido cogiendo un ritmo más alegre, mientras pensaba en si me tocaría ponerme el chubasquero.

Supuestamente voy hacia allí


Los primeros kilómetros tienen una pendiente suave, y según avanzamos va aumentando hasta llegar a un 7-8 % más o menos constante. Es una subida medio larga, de unos 13 kilómetros desde donde yo he empezado, que se hace bastante bien, supongo que porque acababa de empezar la ruta.


Esa montaña también tiene buena pinta


Según avanzaba en la subida parecía que el día no iba a ser tan fresco, y el sol se ha empezado a notar haciendo que sudara bastante.

Parece que por aquí está más despejado


Después de una hora de pedaleo y 500 metros de desnivel he acabado pasando por el Coll d’Estenalles. De momento iba bien de fuerzas y de ganas, y ahora empezaría una buena bajada.

Ha sido una buena subidita


Según empieza la bajada he querido hacer alguna foto, pero al final he guardado la cámara, que lo suyo era concentrarse en la carretera y disfrutar del paisaje mientras pedaleaba. Al poco he visto un camino que parecía que llevaba a lo alto de una de las grandes piedras que hay por esa zona, y me he salido de la carretera para ir a hacer unas fotos.

Ahí a la izquierda me voy a subir


En pocos metros ya me he tenido que bajar de la bici y hacer un poco de treking. Suerte que las zapatillas que llevo me permiten subir por las piedras.

Haciendo un poco el cabra, con el "hombre de piedra" al lado


Después de un par de fotos a pocos metros de la cima he acabado de subir hasta la zona llana que había en lo alto de la gran piedra, desde donde las vistas son de vértigo.

Realmente curiosa esa roca


He estado allí arriba bastantes minutos, disfrutando de la vista, haciendo fotos y grabando un vídeo, y llamando a casa para decir por dónde andaba. En total, desde que salí de la carretera hasta que volví a ella, casi media hora parado (parado o “escalando”).

Panorámica desde allí arriba (la base queda forzada)


Bueno, había que seguir con mi camino, así que he vuelto a retomar la bajada por carretera, en dirección a Mura, que era mi siguiente destino.

Después de unos kilómetros de bajada con un par de repechos por medio, al llegar al desvío hacia Mura me lo he pensado y he seguido recto en dirección a Talamanca. He pensado que ya pasaría por Mura a la vuelta, y así podría hacer un recorrido más largo.

Una buena bajada hasta Talamanca, dejando ya atrás el parque natural, y viendo como el paisaje va cambiando poco a poco, pasando de una zona muy arbolada a otra en la que las montañas están bastante peladas, y como mucho hay matorral bajo.

1er paso por Talamanca


Un par de fotos de pasada por Talamanca, pueblo bonito de ver, y tras otro tramillo de subida, bajada otra vez, ahora hasta llegar a Navarcles, a donde llego después de un poco más de 20 kilómetros y unos 50 minutos de bajadas salpicadas con alguna que otra subida.

En el pueblo, bastante feo para mi gusto, callejeo un poco buscando la iglesia para hacer alguna foto representativa, y tras reponer agua en una fuente y hacer un par de fotos inicio el camino de vuelta.

Qué bien queda aquel contenedor de basura


Ahora iba a tocar hacer una larga subida hasta que llegara otra vez al desvió hacia Mura. Empecé un poco atrancado, que tantos kilómetros bajando, y los minutos que había estado parado me habían cortado el ritmo. Poco a poco empiezo a pedalear con más soltura y puedo hacer la primera parte de la subida a un ritmo ligero.

Intentaba llevar un buen ritmo, pero la vista no me ayudaba

Durante toda la ruta vi innumerables caminos que discurrían casi en paralelo a la carretera, y que sin duda son caminos rurales que deben conectar unos pueblos con otros. Algún día habrá que investigarlos.

Al lado derecho de la carretera no estaba tan seco.


El sol empieza ya a calentar bien, y en este tramo empiezo a pasar más sofocos de lo que me esperaba para esta jornada. Aún así voy con un ritmo muy bueno, pensando que como no voy a hacer muchos kilómetros, al menos que los haga más o menos rápido.

Las ruinas de la ermita de Santa Magdalena


Ya llegando a Talamanca la pendiente cesa por un rato, cosa que agradezco, y aprovecho para hacer más fotos de la parte vieja del pueblo, muy vistosa por ser todas las construcciones de piedra.

De vuelta en Talamanca

A la izquierda queda el castillo

Ya que estaba allí tenía que haber callejeado un poco


Otra vez subida para volver a entrar en el Parc Natural, momento en el que vuelve a haber árboles a los lados de la carretera, y en consecuencia, algunas sombras en las que resguardarse durante unos segundos, que ahora ya sí iba muy acalorado y deseando que llegaran bajadas para que el aire me refrescara un poco. El agua y el isotónico iban tibios, lo que no era impedimento para que no dejara de beber.

Un paisaje un poco más fresco


Por fin llego al desvío hacia Mura, y dudo de tomar otro hacia Sant Llorenç Savall. Lo dejo para otro día y bajo hacia Mura, que está a 3 ó 4 kilómetros bajando. Este pueblo merece la pena pararse a visitarlo con un poco de tiempo, con sus calles estrechas y casas de piedra. La distribución del pueblo, situado en pendiente hace que pasearse por sus calles tenga un encanto añadido.

La entrada ya promete


Entro en el pueblo y me paro a hacer unas fotos, cuando ocurre el accidente de la jornada. Al pasarme la cámara de una mano a otra... se me cae al suelo, con el objetivo abierto claro. ¡Vaya mierda! No se me cae cuando voy haciendo fotos sin bajarme de la bici, y ahora que estoy parado y con total tranquilidad, hago gala de mi habitual habilidad y la tiro al suelo. ¡Ya me vale!

Últimas tomas de la cámara antes de estrellarse contra el suelo


La recojo y veo que no se ha roto nada, pero claro, algo tenía que haber pasado, y es que el objetivo no abre ni cierra bien, por lo que la cámara da aviso de un error y no puedo hacer más fotos. Consigo cerrar el objetivo y guardo la cámara, maldiciendo mi torpeza, y pensando que bueno, ahora ya sólo me voy a tener que concentrar en pedalear.

Después de callejear un poco por el pueblo, que ya que estaba allí me apetecía “visitarlo”, salgo por una carreterilla en dirección a Rocafort, que sé que está a unos cinco kilómetros.

El camino sigue siendo de bajada, pero con el viento en contra, así que me toca apretar los pedales más de lo que me apetecía. Hacía ya mucho calor, y casi habría preferido quedarme allí en Mura, tumbado a la sombra de algún árbol.

Después de un corto pero duro repecho acabo llegando a Rocafort, otro pueblo curioso de la zona, donde paro en una fuente a llenar de agua el bidón y el camelback, y a descansar un rato, que ya iba bastante hecho polvo. El fuerte calor que estaba haciendo, y el alto ritmo que había llevado hasta llegar a Mura me estaban pasando factura.

Estuve allí un buen rato, comiendo algo y bebiendo mucha agua mientras me intentaba resguardar del sol. Mi idea era seguir adelante hasta llegar a El Pont de Vilomara, pero viendo lo que faltaba para llegar, y las condiciones en las que estaba, decido dar la vuelta y volver ya hacia Terrassa, que calculo que me saldrá ya un buen kilometraje.

El camino de vuelta empieza bien, con ese corto repecho que ahora es de bajada, pero como comenté al principio, ya con el culo muy dolorido, de manera que incluso bajando iba muy incómodo.

En cuanto empieza la subida hacia Mura me doy cuenta de que me va a costar llegar al Coll d’Estenalles. Encima, el viento que al bajar fue en contra, ahora de subida ¡también es en contra!

A un ritmo muy lento voy subiendo hacia Mura, donde me paro un momento para tomarme un gel, y continúo subiendo hasta llegar al cruce con la carretera que lleva a Terrassa. Bueno, aquí no cambia la cosa, ya que sigue siendo subida, casi totalmente continua, hasta que llegue a coronar el Coll d’Estenalles.

Al estar haciendo un recorrido de ida y vuelta ya sé lo que me espera, así que cojo un ritmo medio decente y voy subiendo poco a poco, intentando no gastar más fuerzas de las necesarias, y poniéndome de pie de vez en cuando para aliviar el dolor en las posaderas.

Según me voy acercando a la cima voy aumentando ligerísimamente el ritmo, aunque de manera casi imperceptible. Iba ya casi por inercia. Por fin, después de unos 15 kilómetros y una hora y cuarto de haber salido de Rocafort, llego al Coll d’Estenalles, bastante hecho polvo. Sobretodo del culo, que lo llevaba muy escocido. Bueno, y las piernas no estaban para muchas alegrías tampoco.

Me paro a hacer una última parada táctica, y después de unos pocos minutos empiezo la bajada, que pensaba se me haría más llevadera. No fue así. La verdad es que se me hizo muy, muy larga. Sí, era bajada, pero había que ir pedaleando, que si no no llegaba nunca. Encima, con el culo tan dolorido y las piernas muy fatigadas, la tarea me resultó más difícil de lo normal.

No llegó a 25 minutos lo que tardé en recorrer esos 13 kilómetros y pico de bajada, pero se me hicieron realmente largos. Pero bueno, finalmente llegué a donde había dejado el coche. Tres o cuatro minutos pedaleando para relajar un poco las piernas, y ya a guardarlo todo y cambiarme de ropa para volver a casa.

Acabé haciendo 90 kilómetros en 5 horas y cuarto de pedaleo, para un total de 6 horas y 10 minutos de ruta. 1800 metros de ascensión, con dos subidas algo largas, una al principio y otra al final, y una tercera más corta de por medio.

Un perfil medio bueno


Unos datos nada espectaculares. No obstante, acabé muy hecho polvo. Demasiado para lo que hice. Sí, la primera mitad de la ruta la hice a un ritmo alto, pero eso no quita. No me veo bien de forma.
Y es que últimamente no creo estar haciendo un buen entrenamiento, ya que dejo muchos días entre una salida y otra. Pero es que los tendones me han estado avisando de que tenía que bajar un poco el ritmo.

A ver si ahora, que sólo quedan tres semanas para la Turbón Tour, me pongo un poco en serio, porque si no, me plantearé no participar, que aquello será muy duro.


Para ver la ruta en Wikiloc


Bruno

4 comentarios:

  1. Lo que me temía, que menos de cien kilómetros ya es algo "nada espectacular". ¡Menuda racha con las cámaras, por cierto!

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  2. Pues sí, lo único espectacular de la ruta fueron las vistas desde la peña a la que me subí, en la zona del Coll d'Estenalles. Daba vértigo asomarse.

    Bueno, las volteretas que dio la cámara al caer al suelo también fueron espectaculares. Pobrecilla, ¡con lo bien que se había portado!

    Pero "los datos" de la salida... pasables nada más, jaja, aunque esté mal que lo diga, pero es verdad. A ver si cojo mejor forma, porque si no...

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  3. Kumpañ, como bien dice tu hermano, vaya racha llevas con las camaras.
    Lo del cansancio, mucha culpa de ello lo tiene el calor, lo de tus nalgas, es porque tardas mucho en salir entre una salida y otra, y encima te pegas unas palizas que no veas. A veces hay que variar los entrenos y no hacer tanta subida (sé que en la Turbon las hay, pero hay que guardar fuerzas de vez en cuando y variar el entreno).
    De todas formas, me quito el sombrero. El día que salgamos juntos, no quiero pensar los repasos que me vas a dar.

    Ánimo.

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  4. Sí, la cámara se me cayó en el momento más tonto que pudo hacerlo... Torpe que es uno.

    Tienes razón en que dejo mucho tiempo entre una salida y otra, pero es que si no no recupero. Pero también tienes razón en que tendría que variar los entrenamientos, por ejemplo alternar salidas cortas y explosivas con salidas largas y más lentas.

    Gracias por lo del sombrero, pero tranquilo, que el día que salgamos juntos me tocará ir con la lengua fuera, ¡como siempre!

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