Esta entrada la tenía que haber publicado hace ya una semana, pero es que a veces me cuesta escribir las crónicas sobre las salidillas que voy haciendo con la bici. Unas veces es por falta de tiempo, otras porque no me viene la inspiración, y otras, simplemente por falta de ganas.
Es verdad que en algunos momentos me llego a tomar esto del blog como una obligación que en realidad no tengo. Y que en otros me parece que si no hago una crónica “de las mías”, ya no estoy haciendo una buena crónica. Total, si de lo que se debería de tratar es de dejar constancia de lo que he hecho, y nada más. Pero claro, empiezo a escribir y me enrollo, y me enrollo, y me enrollo.
Pero a veces, ni queriendo, me sale la crónica. En esta ocasión se me han juntado todos estos factores, y ni siquiera ahora que llevo media semana de baja por culpa de otro catarro inoportuno (o no, como digo siempre) parece que vaya a ser capaz de acabar la crónica de lo que fue el anterior fin de semana. Y eso que hace varios días me había puesto con ella y llevaba ya escrita casi la mitad (casi...)
Así que esta vez he intentado no enrollarme como de costumbre (aunque me parece que no lo he conseguido), he eliminado la medio-crónica que tenía ya hecha, y he escrito un “resumen” de lo que hice el fin de semana pasado.
Fue un fin de semana completito, con ruta ciclista con tres compañeros el sábado por la mañana, visita a la Feria de Abril en el Forum (nunca había ido) con unos amigos el sábado tarde-noche, reunión familiar el domingo (disfrutando de los exquisitos manjares que siempre prepara mi madre), y lunes de ruta, con la bici como única compañía. La verdad es que no me puedo quejar.
SÁBADO 7 - HACIENDO DE GUÍA
Para ese sábado habíamos quedado Xavi, Joni, Carlos y yo para hacer una ruta juntos. Se trataba, en esencia, de que les enseñara una serie de caminos y senderos por las montañas que suelo yo recorrer, y que estaba seguro que les gustarían.
Yo había quedado con Xavi en Sant Llorenç d’Hortons, así él podría enseñarme unos caminos para ir a Gelida, donde nos encontraríamos con Joni y Carlos. Carlos quería haber ido desde L’Hospitalet hasta Gelida en bici, pero como al salir de su casa estaba lloviendo decidió ir hasta Corbera en coche, y desde allí hasta Gelida en bici, que tampoco estaba mal para ir calentando.
La mañana se presentaba realmente fea, con unos nubarrones amenazadores, y más viento del que nos esperábamos. Para mí lo difícil fue dedidir qué ropa me ponía. Lo que sí estaba claro era que había que llevar el chubasquero. Se me echó el tiempo encima y Xavi y yo tuvimos que ir a Gelida por carretera, no fuera que hiciéramos esperar a los otros dos.
Una vez nos encontramos en Gelida empezamos la ruta subiendo por el camino de la Font Freda, que Carlos no conocía, en dirección a la falda del Puig d’Agulles. Primeros escarceos entre él y Xavi, mientras Joni y yo guardábamos fuerzas, que la mañana no sería corta.
De las pocas veces que subiendo pude ir en cabeza
Carlos y Xavi admirando las peñas del Torrent de Vallgorgina, y Joni riendo alguna tontería mía
Reagrupados en la falda del Puig cogimos la trialerilla de Can Armengol que nos llevó a L’Amunt, y de ahí bajamos casi campo a través hasta la riera de Can Planes. Al llegar abajo los comentarios eran sobre lo divertida que estaba siendo de momento la ruta.
Cada uno de ellos acababa de hacer algún tramo desconocido hasta entonces, y les había gustado. Bueno, de momento íbamos bien.
Cada uno de ellos acababa de hacer algún tramo desconocido hasta entonces, y les había gustado. Bueno, de momento íbamos bien.
Desde allí les tenía preparada una ruta típica para mí, disfrutando de los parajes por los que yo me suelo mover: el camino de Can Casildo, el Fondo del Cau de la Guineu, el Bosc de les Comes, el Serral del Becó, o les Penyes d’en Rovira, donde paramos a hacer un descansillo.
Por el camino nos encontramos con un tejón muerto, posiblemente por un golpe con algún vehículo. Nunca me había encontrado con este tipo de animal, y para una vez que lo hago, al pobrecillo lo habían atropellado.
De las Penyes d’en Rovira fuimos hasta la Font de Sant Ponç a reponer de líquido los bidones, que aunque tampoco habíamos bebido mucho, pues la mañana no era calurosa, luego no volveríamos a tener mejor oportunidad para hacerlo.
Estaba intentando hacerles pasar por caminos bonitos y divertidos, y por algún senderillo que hubiera por allí, así que desde la fuente de Sant Ponç bajamos por unos senderos de esas características hasta llegar al camino del Cau de la Guineu, y desde allí nos metimos por otro, corto pero duro, que nos dejó con las piernas rojas por el esfuerzo y por los constantes arañazos con vegetación de todo tipo.
Detalle de Carlos, que se paró a hacernos unas fotos en ese sendero
Bueno, toda esta zona también les había gustado mucho, así que yo iba muy contento con el resultado de la salida. Desde allí los llevé hacia Sant Ponç, y aunque no nos acercamos hasta la ermita porque no íbamos sobrados de tiempo, sí que nos paramos en sus inmediaciones para hacer la foto de rigor.
Disfrutando del entorno
Ya nos habían caído unas cuantas gotas de lluvia, y aunque de momento nos habíamos librado de mojarnos de verdad aún nos quedaban kilómetros por delante, así que tampoco se trataba de tentar a la suerte, que en cualquier momento podía caer una buena.
En Sant Ponç cogimos otros senderitos que les gustaron mucho, y que nos llevaron de vuelta a la Riera de Can Planes, desde donde subimos hasta la carretera que lleva a La Creu Aregall, para enseguida hacer una corta zona de senderos y coger el Camí Ral para subir por montaña hasta La Creu.
Con cuidado en algunos momentos porque había zonas de piedra mojada, dejando marchar a Carlos y Xavi que iban como motos, y esperando a Joni que no iba tan sobrado, acabamos por reagruparnos al llegar a la urbanización.
Llevábamos ya unas tres horas dando pedales, y la ruta les estaba pareciendo muy guapa, lo que a mí me satisfacía enormemente, pero aún quedaba el “plato fuerte” de la jornada. Aún nos faltaba bajar desde La Creu Aregall hasta Castellví de Rossanes por ese recorrido de senderos al principio, camino luego, que había descubierto días atrás, y que estaba seguro que les iban a gustar muchísimo. Así que me volví a poner en cabeza y para allí que nos fuimos.
En todo este tramo no hice ninguna foto. En realidad, en toda la salida hice muy pocas fotos, pero es que cuando estás haciendo “senderismo” no puedes estar parándote cada dos por tres para hacer fotos, porque las paradas serían innumerables, y además de la pérdida de tiempo que eso supone, el andar parándote hace que el disfrute del camino sea menor.
Así que aparte de las paraditas de rigor para ver que veníamos todos, se puede decir que este tramo lo hicimos del tirón. Y es que los veinte minutos y seis kilómetros de bajada que suponen bajar desde el Pla dels Voluntaris hasta el Torrent de Castellví merecen ser bajados sin más distracciones que las propias de ir intentando disfrutar del paisaje a la vez que tratando de llevar la bici por donde debe.
Al llegar al final del camino, ya en la carretera que va de Martorell a Gelida, caras y comentarios de satisfacción. Esta última parte de la ruta había sido realmente guapa, y todos, yo el primero, habíamos disfrutado mucho de ese último tramo. Una zona muy bonita en la que es imposible no disfrutar del entorno y del hecho de recorrerlo en bici.
Bueno, aún nos quedaba llegar hasta Gelida, así que entre Xavi y Joni nos guiaron por unos rápidos caminos que discurren entre la autopista y la carretera, rodando entre viñas en algunos momentos.
Ya en Gelida nos despedimos de Joni, contento por la salida que habíamos hecho. Carlos, que en un principio tenía pensado subir hasta La Creu Aregall y luego bajar a Corbera en bici, finalmente se dejó convencer para ir hasta Sant Llorenç con nosotros y volver conmigo en coche. No es que estuviera sin fuerzas para volver pedaleando, ni mucho menos, lo que pasa es que el cielo amenazaba con un tormentón de cuidado, y no era plan que le pillara de camino a Corbera.
Unos pocos kilómetros más por unos caminos que nos enseñó Xavi, con alguna última subida de gran porcentaje, y en unos minutos nos plantamos en Sant Llorenç. Por el camino, caída tonta de Carlos (la tercera del día), en la que, por no poner la mano y hacerse daño en la muñeca que tiene fastidiada, se dejó caer a plomo contra la tierra y acabó más dolorido de lo que parecía en un principio.
Díficil rampa, sobretodo con la cámara en la mano
Ya que me pongo...
Ya llegando a nuestro destino Xavi tuvo un bajón físico de última hora, y es que no me extraña, dado que él y Carlos estuvieron toda la mañana tirando del grupillo, y claro, querer aguantar "los ataques" de Carlos durante tantos kilómetros acaba pasando factura.
Yo acabé muy entero, aún habría podido hacer unos cuantos kilómetros más a buen ritmo (jajajá, seguro), pero es por que me estuve reteniendo durante toda la salida. El tendón del cuádriceps izquierdo me molestó al principio, supongo que por no haber calentado y por el frío y la humedad que había de buena mañana. Luego ya se me pasó y no me volvió a dar problemas.
Finalmente salieron 56 kilómetros y casi 1600 metros de ascensión acumulada, en algo menos de 4 horas y tres cuartos de pedaleo y casi 6 de ruta. Una salida muy divertida, en muy buena compañía, y con un kilometraje suficiente para volver a casa muy satisfecho.
Un perfil interesante
A todos les gustó mucho la ruta, lo que a mí me deja aún mejor sabor de boca, pues ese era mi objetivo. Además nos lo pasamos muy bien, con risas y buen rollo en todo momento. Ni que decir tiene que volví muy contento a casa. Supongo que los demás también.
LUNES 9 - COMPROBANDO ALTERNATIVAS
Como en mi empresa habían tenido la “gentileza” de darnos un día de E.R.E., y yo me encontraba bien de piernas y de ganas, decidí que el bonito día que estaba haciendo había que aprovecharlo recorriendo unos kilómetros con la bici, comprobando unos caminos alternativos a los que habíamos hecho el sábado. Así, algún día que mis compañeros vuelvan por aquí podré enseñarles algún que otro tramo que no conozcan.
Salí vestido de verano, que el sol estaba apretando y estaba claro que iba a pasar calor. Aún así me llevé los manguitos y el cortavientos en la mochila, que salí de casa a mediodía y a lo mejor iba a acabar necesitándolos.
Me planteé una ruta por los sitios de siempre, más o menos por donde estuvimos el sábado, pero metiéndome por caminos y senderillos que hacía días que no recorría, y que me interesaba comprobar en qué estado estaban después de las lluvias de la noche del sábado y la mañana del domingo.
Me encontré bastante bien físicamente, no pagando para nada el esfuerzo hecho dos días antes, y el tendón no me molestó en ningún momento. Esta vez sí que había calentado mi media horita en la estática en casa, y además me lo tomé con calma durante los primeros minutos de la salida.
Me lo pasé muy bien recorriendo senderillos y trialerillas ya conocidos, y también estuve ciclando tramos que no había hecho nunca, y descubriendo un par de caminos de esos que siempre han estado ahí y que por unas razones u otras no había visto. Alguna trialera complicada sí que intenté hacer. Por supuesto sólo hice subido a la bici el tramo que me pareció accesible para mí. Cuando lo veo mal me bajo.
Ese trozo fui capaz de bajarlo
Ese lo bajé andando
Fue una ruta de no muchos kilómetros, pero en la que me dediqué a rodar por caminos muy rotos, muy pedregosos y difíciles, de esos que te acaban dejando bastante cascado, con las piernas totalmente vacías.
A veces descubres un camino... y no va a ningún sitio
También me tocó bajarme de la bici en varias ocasiones, unas veces por no poder hacer algún tramillo subido en ella, otras por tener que sortear algún charco que me fui encontrando por el camino, otras, para investigar.
La Cova del Pla de les Comes (hasta aquí llegué andando)
La media de velocidad me salió bastante baja, de menos de 10 kph, y es que cuando bajaba era por zonas de cierta dificultad técnica, y cuando subía tocaba tirar de platillo y dando bandazos por culpa del terreno pedregoso.
A punto de meterme por un sendero que tiene mucha miga
Entre la cantidad de agua que había caído el sábado y lo mucho que calentaba el sol, había una humedad tremenda en el ambiente. Casi se podía ver el agua evaporarse de la tierra. Bebí bastante agua y sudé mucho. Creo que eso acabó pasándome factura.
En definitiva, me lo pasé muy bien rodando por zonas que hacía tiempo no recorría, haciendo tramillos de esos divertidos por tener cierta dificultad, la justa para que yo sea capaz de hacerlos subido a la bici disfrutando de las suspensiones, y descubriendo alguna que otra alternativa a los recorridos que suelo hacer normalmente.
Corto pero duro
Me salieron 31 kilómetros y 1000 metros de desnivel, en 3 horas y cuarto de pedaleo, y casi una hora de paradas. Un recorrido bastante rompepiernas, que me dejó con las fuerzas muy justitas.
Llegué contento a casa, sobretodo porque el recorrido fue muy entretenido en cuanto a tramos técnicos, y también por haber descubierto algún tramo nuevo. Y unido a la salida del sábado había acabado haciendo dos “etapas” muy, muy guapas.
Un fin de semana largo muy provechoso en todos los aspectos. Lo disfruté mucho, y aproveché bastante los tres días. Tuve tiempo de salir con la bici, de salir con los amigos, de disfrutar de la familia, y también pude descansar bien y recuperarme del esfuerzo hecho con la bici.
La única pega es después haber caído enfermo. Rinofaringitis aguda decía el parte médico. La garganta jodida, y el pecho un poco cargado. Si es que no puede ser. En toda la semana no he hecho nada de ejercicio, y es posible que aún tarde un par de días en hacer algo, que el pecho y la garganta aún no los tengo bien, y no es plan tener una recaída.
Al final está claro que me he enrollado más de la cuenta y no he sido capaz de hacer un resumen como es debido. Pero es que me cuesta muchísimo resumir. Yo lo intento, pero no me sale. Aún así he hecho una crónica mucho más corta de lo que habría sido si no hubiera “resumido”.
Bruno
¿Un tejón? Y yo toda la vida convencido de que no había tejones por allí, con lo que me hubiera gustado ver alguno...
ResponderEliminarKumpaññññ!!!!
ResponderEliminarMuy buena ruta nos enseñaste el sábado, disfruté de lo lindo. Sobretodo la bajada de la parte final, ¡¡¡ALUCINANTE!!!, habrá que repetirla.
Y el lunes otra, si es que no paras últimamente. No me estraña que te pongas malo. ¡¡¡Que no estás acostumbrado!!!
Tú sigue descubriendo, que ya iremos nosostros a darte el visto bueno, jeje...
Cuidate.
Pues sí, Luis, un tejón. Yo me sorprendí mucho, no me habría imaginado nunca que hubiera tejones en "nuestra zona". Jabalíes, liebres, ardillas, comadrejas, incluso creo que una vez vi una gineta; ratones, perdices... pero tejones no me imaginaba yo que hubiera por aquí. Pobrecillo :/
ResponderEliminarEy, cumpany! Estuvo guapa, eh!! Ya ves, me quedé con ganas de más, y el lunes intentando ciclar trialeras para cuando tu muñeca se joda del todo y te pongas una de titanio. Pero claro, mi cuerpo no aguanta tanto trote, jajajá!
Bueno, cuando vuelvas por aquí ya te enseñaré algún caminillo más.
Y cuídate tú también, que tampoco es que estés para muchos trotes. :p
Biker, fotògraf, descobridor... i ara guia!!! No, si encara seràs un bon partit!!! Quin mati més xulo vàreu compartir amb els "companys"... que bé que us ho monteu, sí senyor!! Bones cròniques i ojo amb la tendinitis als dits.... buffffff....
ResponderEliminarAra només falta posar data a la crono del garatge... m'estic preparant a consciència, no enganyo ;-)
Merci x tot i a seguir a tope!!! (amb permís dels dolors...)
Muy buenas salidas Bruno, ya veo que cada vez sales mas y disfrutas mas,y de la ruta seguro que fue chula,chula,a ver si pasa Sant Juan y me escapo con Carlos por esos parajes y veo un poco mas de tu zona,un abrazo.
ResponderEliminarBiker de 4ª divisió, fotògraf pèssim, descobridor de lo ja descobert, i guia a mitges, que només anava al davant a les baixades. Això sí, sóc un molt bon partit, jajajajaja!
ResponderEliminarEns ho vam passar super bé. A la crónica no he pogut expressar lo divertit que va ser... potser perque he fet un "resum", jajaja!
Em sembla que la crono del garatge se't quedarà curta... l'hauré de fer de pujada i baixada, jajajjaja...
Gràcies a tu, Mònica. Cuida't, i que segueixi bé la teva recuperació.
Jorge, hago lo que puedo, que cuando hago un poquito más... catarro!!! Pero bueno, divertirme me divierto (cuando el cuerpo me deja).
Ya tardas en subirte por aquí... bueno no, mejor espera un poco a que coja yo un poco más de forma, que tú estás sobradísimo, y habrá que hacer algo que esté a tu nivel. El día que vengas hacemos una ruta parecida, que ya verás como disfrutas.
Un abrazo