A última hora del miércoles quedábamos Carlos y yo para hacer al día siguiente una salidita por mi zona. Vendría con su primo Jorge, que después de haber participado hace unos días en la marcha cicloturista de la Quebrantahuesos tenía ganas de hacer una rutilla con la bici de montaña. Hay que darle a Jorge la enhorabuena por haber completado con éxito esa gran marcha.
Quedamos en mi casa a una hora prudencial para que a ellos les diera tiempo de venir en bici hasta aquí sin tener que levantarse excesivamente pronto. Un poco antes de las nueve menos cuarto de la mañana llegaban a la puerta de mi casa. Mi primera impresión al ver a Jorge, al que hacía tiempo que no veía vestido de ciclista, fue que estaba muy fino, y que llegaba sobrado de fuerzas. Se nota que este año se ha preparado a conciencia tanto para la Quebrantahuesos como para otras marchas que ha hecho.
Carlos, que lleva una temporada un tanto “atípica”, llegaba resoplando y sudando a mares. Parecía que acabara de salir de una piscina. Si estuve a punto de hacerle una foto y todo. Hay que decir que ya llevaban una hora y pico pedaleando, ya que venían desde L’Hospitalet, y seguro que no habían ido de paseo.
Una vez hechos los saludos y recuperado el resuello, nos dispusimos a empezar nuestra ruta que, para no faltar a la costumbre de las últimas semanas, iba a ser casi idéntica a la que habíamos hecho sólo unos días antes Carlos, Ramón y yo. Carlos tenía ganas de enseñarle a su primo esos senderos por los que le he llevado ya un par de veces.
Además, el domingo pasado, mis hermanas y hermano, primos, primas, y unos amigos, me dieron una sorpresa y re-celebramos mi cumpleaños... que fue hace dos meses. ¡Una auténtica sorpresa!
El caso es que tuvieron el detallazo de regalarme una cámara de vídeo para la bici. Y qué mejor día para estrenarla que este jueves, haciendo con Carlos y Jorge esa ruta de senderos y zarzas que ya he hecho varias veces últimamente.
El caso es que tuvieron el detallazo de regalarme una cámara de vídeo para la bici. Y qué mejor día para estrenarla que este jueves, haciendo con Carlos y Jorge esa ruta de senderos y zarzas que ya he hecho varias veces últimamente.
De momento no voy a poner ningún vídeo, que ya sólo me faltaba eso. Si ya me tiro un montón de rato (horas) para hacer las entradas “normales”, ahora encima ponte a editar vídeos y colgarlos en “algún sitio”. Ya veremos si más adelante lo hago...
Pues nada, que salimos de mi casa en dirección a Corbera Alta para hacer la primera parte de la ruta, que consiste en hacer un par de senderillos por la zona de Les Parretes, para luego bajar desde Can Lluís a Can Planes también por un sendero, éste un poco más complicado (un poco sólo).
Una vez hecho el calentamiento, que también se trataba de que Jorge fuera readaptándose a la bici de montaña, tomamos el Camí Ral para subir hasta La Creu Aregall. Rápidamente veo que a mí me va a costar más de lo esperado seguir el ritmillo que iban a imponer ellos dos. Carlos, que aunque no está muy bien de forma (mucho mejor que yo, sí), ya se conoce esos caminos y se pone delante a marcar ritmo, y Jorge, que este año está muy fuerte con tanto entreno para la “Quebranta”, se debatía entre seguir a su primo o acompañarme a mí.
Suerte que a media subida Carlos tuvo que parar a reparar un pinchazo. A mí me vino muy bien para recuperar un poco. Eso sí, yo creo que en realidad Carlos se pinchó él mismo la rueda para así tener una excusa para pararse. No veas cómo sudaba el tío...
Parada inesperada. A mí no me importó...
En la sombra no sudaba tanto
Una vez solucionado el problema seguimos subiendo, con Carlos delante, y Jorge muy amablemente acompañándome en mi ritmo cansino.
Como no, subimos hasta la cruz, donde paramos a comer un poco y prepararnos para la bajada senderil hasta Castellví. Carlos y yo nos pusimos los manguitos, incluso yo me puse unos guantes largos comprados para la ocasión. Jorge, que venía “desprevenido” iba con maillot megacorto (hombros al descubierto). Que no le pase ná, pensé.
Empezamos a bajar, conmigo marcando el ritmo, mientras aprovechaba para ir grabando el recorrido.Después de los primeros senderos dejé que Carlos se pusiera delante y así saliera él en la grabación. Mala decisión. ¿Qué pasa cuando hay cámaras grabando? Pues que te “flipas” más de la cuenta. Derrapada, pie fuera, rueda en un reguero... tortazo. Menos mal que dentro de lo que cabe no se hizo mucho daño. Eso sí, pilló por todos lados: muñeca, codo, hombro, cadera...
Bueeeno, no ha pasado naaaada. Después de quitarse el polvo, y comprobar que estaba bien (un poco dolorido, eso sí), reemprendimos la marcha, otra vez conmigo delante, que iba yo pensando que a lo mejor no se habría caído de no haber ido yo detrás grabándole.
El resto de la bajada, como las otras veces, rápida pero con cuidado, y divirtiéndonos de lo lindo, que una pequeña caída no nos va a cortar el rollo. Esta vez parece que había menos zarzas que en nuestro anterior paso por allí (no me extraña, nos las debimos de llevar por delante todas aquel día), de tal manera que al llegar a la carretera y pararnos a comentar la jugada, constatamos que Jorge no iba casi arañado. ¡Qué suerte!
Carretera ahora hasta Gelida, con Jorge liderando el grupo, y algunos relevos de Carlos, que no sabía cómo coger el manillar de lo dolorido que iba. En algún momento me quise poner yo delante, pero estaba claro que ralentizaba el ritmo (es lo que intentaba) y enseguida me volvían a adelantar. ¡Vaya dos con los que me he ido a juntar!
En Gelida cogemos el camino de la Font Freda y empezamos a subir, ahora ya sí, conmigo totalmente descolgado de mis compañeros. -“Bruno, paramos en la fuente.” - “Vale, vale, yo ya llegaré...”
La parada en la fuente era obligada, pues Carlos se deshidrataba por momentos, y claro, con un bidoncillo de nada toca parar a rellenar cada poco. Ya era la segunda vez que rellenaba el bidón, que en Corbera fue la primera. Es lo que pasa en verano, que se suda más de lo normal.
Agua, agua...
Jorge hablando con su asesor de bolsa
El otro día "se me olvidó comentar" que me había cortado el pelo...
Seguimos adelante, y decidimos pasarnos por el Mirador de Can Voltà (el otro día pensé que era de Can Migrat), para que Jorge admirara las vistas, y yo hiciera más grabación de vídeo.
Al poco continuamos con la subida, y aprovecho para hacernos unas últimas fotos juntos antes de que ellos dos me dejen completamente descolgado, que me encontraba muy justo de fuerzas. Tampoco quise quedarme muy atrás, así que forcé un poquito y conseguí tenerlos siempre a la vista, gracias también a que ellos seguro que iban esperándome.
Esa era la vista que solía tener yo
Un pequeño sprint y consigo hacer la última foto
Ya arriba nos reagrupamos, y sin parar nos metemos por la trialera de Can Armengol para bajar hasta Can Planes. Como en todas las bajadas, y en algunas subidas, puse la cámara a grabar, que siendo el primer día de llevarla iba casi más pendiente de grabar que de pedalear.
Después de pasar por L’Amunt venía el tramo de senderos “campo a través” en el que el otro día, tanto Carlos como yo, acabamos tumbados encima de las plantas. Parece que ese tramo estaba igual o peor que el sábado, y lo más difícil era no engancharse con alguna zarza o alguna rama de las muchas plantas que tapaban el camino.
Se ve que Carlos no había tenido bastante con la caída de un rato antes, y decidió que allí era un buen sitio para volver a tirarse al suelo. Esta vez fue una caída mucho más suave, y que "por desgracia” no pude grabar porque iba yo delante. Creo que se enganchó con alguna planta y salió por delante del manillar. Sin comentarios.
Sin más percances acabamos llegando a la riera, donde decidimos que por cuestiones de horario lo mejor era ir acabando ya la rutilla. Ellos aún tenían que volver hasta su casa dando pedales, y les quedaban por lo menos 25 kilómetros todavía. Así que nos dirijimos hacia el camino de Can Casildo para desde allí coger unos senderos que hay por la zona de la Font de la Mata, y acabar saliendo a Corbera Baja.
Carlos aprovechó para volver a rellenar el bidón de agua, y ya nos despedimos. Ellos marcharon en dirección Molins de Rei para luego ir por el río hasta su casa, y yo subí por el campo de fútbol para ir hasta la mía.
A mí me acabaron saliendo 34 kilómetros y casi 1000 metros de ascensión, en 2 horas y 45 minutos de pedaleo. Una ruta realmente corta, pero que me pareció muchísimo más larga, pues fui durante todo el camino con menos fuerzas de las que yo esperaba, y acabé llegando a casa tan cansado que parecía que había hecho 80 kilómetros en lugar de 30.
Es lo que pasa cuando llevas tres días durmiendo dos o tres horas por las noches y un par más por las tardes. Menos mal que la semana que viene vuelvo a tener horario de tardes en el trabajo, que al de mañanas cada vez me cuesta más adaptarme.
A ellos sí les acabarían saliendo 80 kilómetros. Vaya dos.
En definitiva, una mañana de jueves pre-verbena muy bien aprovechada, haciendo una ruta que no deja insatisfecho a nadie, en muy buena compañía, y disfrutando y sufriendo casi a partes iguales.
Grabé unos cuantos vídeos e hice muchísimas menos fotos de lo que es normal en mí, pero es que no podía hacerlo todo. Eso sí, los vídeos de momento se van a quedar en el ordenador, que no tengo ganas de pasar más tiempo haciendo la crónica, que bastante pierdo ya. Tanto como el que tardo en hacer las salidas.
Bruno
Buena ruta Bruno y con buena compañia,me gusto mucho esos senderos y la zona de la font freda,poco a poco vamos conociendo mas de tu zona,venga a seguir disfrutando de la bike,
ResponderEliminarjorge herraez.
Kumpañññ, buena crónica y muy buena la ruta, ya lo sabes. Lástima de la 1ª caída (la 2ª fue como tumbarse en un colchón, jeje...), aún estoy dolorido y es que me hice muy poco para lo que podía haberme llegado a hacer, ¡¡uff!! de la que me librado.
ResponderEliminarBueno, ya no enseñaras esos vídeos a ver que tal han quedado.
Txarly.
Jorge, me alegro de que te gustara la ruta. Otro día haremos una zona un poco menos salvaje, pero que disfrutemos igual.
ResponderEliminarTe vi muy sobrado durante toda la mañana. Se te nota el entrenamiento de este año.
Un placer rodar contigo.
Cumpaaaany, ya ves que aún haciendo la misma ruta los resultados siempre son diferentes...
Pero bueno, todo queda en una anécdota más para contar. Otro día te grabo, pero con la cámara apuntando hacia atrás, para así ir yo delante, jejeje...
Cuídate, y a seguir pedaleando.
Desprès d'estar uns dies desconectada x la Cerdanya veig que segueixes igual... bé, cada vegada més fort i amb ganes, el més important!! Cel.lebro que gaudeixis de les "teves rutes" en bona companyia i que les caigudes no siguin "sèries"!! Cuida't i no paris!!!
ResponderEliminarHola Mònica!
ResponderEliminarSegur que has gaudit molt per La Cerdanya. Jo faig lo que puc, que no es gaire. Cada dia estic pitjor, jajajajajaja!
A seguir gaudint!