Después de la salida que hice con Carlos el sábado pasado por el Montseny, al llegar a casa me notaba bastante dolorida la zona del isquion izquierdo. Ya hacía un par de semanas que después de salidas no excesivamente largas llegaba a casa con el culo anormalmente dolorido. El DuoPower, que es muy duro y no me acabo de acostumbrar, pensaba.
En esta ocasión, al palparme la zona me noté un bulto, ¡coñó, ¿queseto?! Parecía un pequeño quistecillo, o algo por el estilo, provocado, seguro, por el continuo apoyo del hueso contra el asiento. Últimamente estoy haciendo bastante carretera, y eso, unido a las salidas por el Montseny, con sus subidas de 2 horas y media casi sin levantarte del asiento, seguro que han provocado esa “lesión”.
Decidido, le quitaré el DuoPower a la bici, y me compraré un sillín “tradicional” que vi hace poco en una tienda, y que tiene que ser mejor. Mientras, le volveré a poner el “sillón decatloniano” que abandoné hace ya un año y medio. Sí, es muy gordo, y está remendado con cinta aislante, pero mi culo seguro que lo agradecerá. Y espero que el bulto ese desaparezca con el cambio…
He de autorecordarme que si en su momento lo quité fue precisamente porque después de las salidas de muchas horas que hacía en aquella época (preparación de Los 10000 del Soplao) llegaba a casa con la zona “delicada” muy dolorida. Además, después de tanto tiempo llevando los dos DuoPower que tengo, a lo mejor no me encuentro cómodo con un sillín tradicional. Antes de comprar uno nuevo, he de comprobar si voy cómodo con el viejo.
MARTES 13. SALIDA RELÁMPAGO
Con el “bulto sospechoso” un poco menos abultado, y con el asiento viejo ya instalado en la bici, el martes salí más que nada a probar si estaba cómodo con él o no. Me levanté a una hora que me permitiera haber dormido suficiente, y con poco tiempo por delante antes de tener que irme a trabajar salí con la intención de hacer una rutilla en la que me pasara todo el rato sentado. Qué mejor manera de comprobar si me iba a doler o no el culo.
Lo mejor, subir a La Creu Aregall, y volver a Corbera.
Por aprovechar un poco la salida me fui hasta L’Amunt para calentar las piernas, y ya encaré la subida a La Creu a un ritmo bastante aceptable. Hice la subida en el mejor tiempo del que tengo constancia (claro, haciendo sólo eso…). Media vuelta y para casa.
En el punto geodésico
Qué cruz... con los sillines
Total, 1 hora justa de pedaleo. Casi 19 kilómetros, y 450 metros de ascenso acumulado. No me levanté del sillín en todo el rato, se trataba de eso.
Realmente corto
Conclusión, mucho mejor el cutreasiento decatloniano que el “duopowerdelosisquiones”. Y eso que está hecho polvo y hasta se hunde al sentarme. Pero no me ha dolido nada el culo. También hay que decir que sólo he estado sentado en él una hora. Eso sí, la posición de pedaleo ha cambiado, y he tenido que retocar la altura del sillín, además de que me he notado forzada la cadera, y las rodillas un poco “raras”. Seguiré probando
JUEVES 15. Y SIGUE CON LA CREU
Mientras busco sillines por internet, y a falta de tiempo para ir de tiendas, tengo que seguir probando el viejo sillón, que el sábado quiero volver al Montseny, y tengo que ir sobre seguro. Parece que el bulto va disminuyendo en tamaño, así que creo que con el cambio de sillín desaparecerá el problema. Aun así, la salida de una hora del martes, siendo muy significativa, no es definitiva en cuanto a estar totalmente convencido de las bondades del cutreasiento. Tengo que hacer otra, que también he de comprobar si las ligeras molestias de rodillas del otro día sólo fueron fruto del cambio.
Otra vez con poco tiempo por delante, decido volver a subir a La Creu Aregall. Al final voy a aborrecer esa subida. Noooooo, no creo.
Esta vez decido bajar primero hasta La Palma, para así hacer una subida todavía más larga. Tengo que hacer algo más que el martes, que sino el sábado…
Empiezo la subida quizás demasiado rápido. Hay coches haciendo caravana en la entrada de La Palma, y “sin querer” intento lucirme un poco. Cuando ya pierdo de vista la caravana aflojo el ritmo, que así no voy a ser capaz de llegar hasta La Creu. Jajajajajaja, qué burro…
Aun así, consigo rebajar en diez segundos el tiempo del martes (cuando va uno sólo y hace el mismo recorrido una y otra vez, tiene que ponerse algún aliciente). Una vez en el alto, decido seguir hasta la cruz, que así me exijo un poquillo más.
De camino a la cruz, un perro que se dedica a correr y saltar a mi lado, mientras el innombrable de su dueño lo único que hacía era llamarle. Sólo le faltó pedírselo por favor. Hasta que no me paré y le exigí que lo cogiera, el perro pasó totalmente de su dueño. "No hase falta desir más"...
Bonitas vistas a esas horas de la mañana
Lástima la unión
Eh, que era yo el que hacía las fotos...
Ya de vuelta para casa me paso por L’Amunt, sólo por hacer un poco más larga la salida, que me va a quedar demasiado corta. En cualquier caso, al igual que el martes, he intentado ir a un ritmo un poco más alto de lo normal.
Al final, 26 kilómetros en 1 hora y 20 minutos, con 625 metros de ascenso acumulado. Otra megasalida de las mías…
Sigue siendo corto
Lo mismo que el otro día: mucho mejor con este sillín. No hay duda, haré el cambio. Las sensaciones con las rodillas, y con la postura en general (varié un poco la inclinación), algo mejores.
El sábado, la prueba definitiva…
SÁBADO 17. RITMO VERANO AZUL x2
Este sábado quería haber vuelto al Montseny, para hacer una ruta distinta de las cinco que he hecho ya. Pero como Carlos no podría ir por tener que estar pronto en casa, le planteé que hiciéramos una salida juntos por carreteras cercanas. Así fue como quedamos en hacer una ruta parecida a la que hice yo el día que visité las ruinas del Castell de Subirats.
Como en toda la semana no había cogido la bici, Carlos dijo que iría a “ritmo verano azul x 2”. Bueno, ya me demostró el sábado anterior que, incluso así, no íbamos a ir de paseo.
Quedamos a las ocho de la mañana en la gasolinera del polígono industrial de Les Fallulles, con lo que él ya llegó con 15km y un buen sofocón encima, mientras que yo sólo tuve que hacer los 7km de bajada y llano desde Corbera.
Primer destino, la Creu d’Ordal. Subida de 12 kilómetros que hicimos a un ritmo más vivo de lo que yo esperaba. Estaba claro que el cumpany no iba sobrado, pero aun así no le veía yo el “verano azul” por ningún lado. Intercambiándonos las posiciones de vez en cuando, charlando y haciendo cachondeo, fuimos subiendo disfrutando de la buena mañana que hacía. Perfecta para mí.
Una vez que cogí ritmo ya sí me pareció que Carlos no iba tan bien como a él le gustaría. Pero el tío ahí, aguantando. Ya subiendo las últimas rampas antes del Lledoner me giro extrañado porque una pareja de “carreteros” que venían por detrás no acababan de aparecer, y es que resulta que iban chupando rueda de Carlos.
¡Tú te crees!
Pensando que Carlos me iba empujando apreté un poco el ritmo, y cuando me quise dar cuenta resultó que se había quedado atrás, y que era el “carretero” el que venía pegado a mi culo (su pareja iba un poco descolgada), como si de una carrera se tratase. Aaaannnda, tira palante, que yo voy a esperar a Carlos. En fin…
¡Tú te crees!
Pensando que Carlos me iba empujando apreté un poco el ritmo, y cuando me quise dar cuenta resultó que se había quedado atrás, y que era el “carretero” el que venía pegado a mi culo (su pareja iba un poco descolgada), como si de una carrera se tratase. Aaaannnda, tira palante, que yo voy a esperar a Carlos. En fin…
Llegamos a la Creu d’Ordal en algo menos de una hora desde que iniciáramos la subida. Luego, en casa, comprobé que sólo habíamos tardado 2 segundos más que cuando la hice yo en junio. Curioso. Paramos en una sombra a comer algo y descansar un poco.
A nuestro paso por la Creu d'Ordal
Siguiente parada, el Castell de Subirats. Tocaba ahora bajar por la nacional hasta pasar El Pago, donde cogeremos el desvío hacia Sant Sadurní, aunque nosotros sólo iremos hasta Els Cassots.
Cogiendo agua en la Font de l'Isidret (¿?), a la salida de Ordal
Un poco de cachondeo al pasar por “El Club”, y una vez en Els Cassots, desvío hacia el castillo. Un tramo guapo, con una buena bajada al principio, y una bonita subida después para llegar hasta el castillo.
Aun queda un poquito...
El Santuari de la Mare de Déu de la Fontsanta
Qué cruz... (interpretar según parezca)
Después de la visita estuvimos unos minutos decidiendo si seguir con la ruta prevista (bajar por montaña hasta la carretera que va a Gelida, y de ahí a La Creu Aregall, Corbera, etc.), o, aprovechando que íbamos bien de tiempo, volver hacia atrás para alargar la ruta yendo hasta Avinyonet, Olesa de Bonesvalls,…
Era yo el que estaba indeciso, no tenía claro si nos iban a salir “demasiados” kilómetros. Después de mucho pensármelo (a Carlos le daba igual hacer 50 que 100 kilómetros), decidí alargar la ruta.
Pues nada, lo que antes fue bajada desde Els Cassots, ahora iba a ser subida. Es cortita, pero las rampas rondan el 25% de pendiente máxima. “Incomprensiblemente”, Carlos salió disparado hacia la cima. Yo, a mi ritmo, que la parada turística me había dejado las piernas un poco flojas.
Ya desde Els Cassots seguimos por carretera hacia la N-340, pero desviándonos justo antes de llegar, para pasar por Subirats y Sant Pau d’Ordal, Lavern, Sant Sebastià dels Gorgs, Sant Cugat Sesgarrigues, y llegar a Avinyonet, donde hicimos una parada táctica.
Todo este tramo es bastante rodador, con continuos repechillos tanto de bajada como de subida, pero que permite mantener un ritmo de pedaleo bastante alto. De paseo no fuimos.
Después de coger agua en Avinyonet continuamos adelante, ahora en dirección a Olesa de Bonesvalls. Una carretera esta que me gusta mucho, con un primer tramo de bajada, para luego ir subiendo poco a poco, sin grandes pendientes, hasta que finalmente vuelve a ser de ligera bajada hasta Olesa.
En este tramo ya sí me dio la sensación de que Carlos no iba muy sobrado, más que nada porque en los tramos más llanos, o de ligera bajada, se dejaba ir. Pero bueno, si hay que meterse un sprint para tener un divertido pique, pues se hace.
¿Me lo está haciendo a mí...?
Guardando fuerzas, que aún nos quedaban kilómetros
Entrando en Olesa
Ya en Olesa volvimos a parar, que aunque el día no era super caluroso, a esas horas sí estaba pegando bien el sol, y lo suyo era llevar siempre las reservas hídricas lo más altas posible. Además, ahora tocaba hacer un tramo de carretera hasta la urbanización Can Prunera, que sin ser demasiado largo ni duro, sí que es de continuo sube y baja, lo que casca bastante y además te dificulta coger un ritmo constante.
Una vez coronamos el Coll del Corral, que es así como se llama el punto más alto de esa urbanización, ya sólo nos quedaba bajar hasta coger la N-340 y atravesar Vallirana y Cervelló para llegar hasta donde ya cada uno cogeríamos caminos diferentes hacia nuestras respectivas casas.
Coronando el "puerto"
Antes de separarnos, una paradita para comentar como había ido todo, y ya, deseándonos un buen final de trayecto, cada uno seguimos nuestro camino. Carlos en dirección al Llobregat, para hacer los últimos kilómetros en lucha contra el viento, y yo hacia La Palma de Cervelló, paso previo a mi última ascensión.
Una vez pasada La Palma, de camino hacia Corbera me sentía bien de fuerzas, y mejor de ganas, con lo que según me acercaba a casa iba cobrando cada vez más fuerza la idea de pasar de largo y continuar hasta La Creu Aregall. Sería un buen colofón a una ruta muy guapa.
El culo no me molestaba casi nada, sólo una ligera incomodidad propia de tantos kilómetros sentado encima de la bici, y las piernas me las notaba bastante bien como para poder afrontar la subida con garantías de no tener ningún calambre, además de que, y esto sí que era noticia, ni me dolían los tendones, ni tenía pinchazos articulares. Así que, ¿porqué no hacer esa última subida?
Como ya me había quedado sin isotónico, y sólo me quedaba un tercio de bidón de agua caliente, hice una breve parada en Corbera Alta para comprar agua fresca y llenar el bidón, e incluso prepararme medio litro más de isotónico en el camelback. Lo que realmente me habría ido bien habría sido algo sólido, pero tampoco parecía que fuera necesario. Los tres plátanos y tres barritas me estaban aguantando bien.
Bueno, no hice la subida a toda pastilla precisamente (tardé dos minutos más que el jueves), pero sí que la pude hacer con cierta “decencia”. Eso sí, cuando llegué arriba no tuve lo que hay que tener para bajar hasta Gelida y volver a subir a La Creu. ¡Jajajajajaja! Lo dejaremos para otra ocasión…
Aún tenía ganas de seguir subiendo
Así que, sin pararme, hice una foto para la posteridad y di la vuelta para volver a Corbera, que por hoy ya había tenido suficiente.
Que quede constancia de mi paso
Finalmente, una recorrido de 92 kilómetros por carretera, en 5 horas justas de pedaleo, y con 1750 metros de desnivel acumulado. La verdad es que yo creo que está muy bien.
Por fin un perfil un poco decente
Las sensaciones sobre el viejo sillín, muy buenas. No me ha dolido el culo en ningún momento, aunque cierta incomodidad perineal puedo haber tenido momentáneamente. Nada que no se solventara con unos segundos pedaleando de pie. Aun así, tengo que comprar uno, que éste ya está muy dado, además de que si en su momento lo cambié fue porque ya me era incómodo y molesto en cierta zona de mi cuerpo. Pero desde luego que si hubiera llevado el DuoPower lo habría pasado muy mal.
El "bulto isquiático" noto que cada vez está más reducido, lo que me alegra y me convence aun más de comprar un sillín nuevo.
En el aspecto humano” de la salida, qué voy a decir… Muy buen rollo y muchas risas con Carlos. A pesar de que nos tenemos que aguantar todos los días, cuando salimos con la bici aún nos quedan ganas de reírnos un rato, ¡jajajajaaja, vaya tela!
Además, en el aspecto meramente ciclista, siempre aprendo algo más de él. Qué tío, en mala forma que está, y ahí, metiéndome caña. Si él quiere, no le sigo. Bueno, a lo mejor sí… a distancia, que yo soy muy malo yendo a rueda.
Bruno
Hay cosas que no cambian, como las crónicas hiper-largas de Bruno jejeje
ResponderEliminarYa veo que no paráis, hay que aprovechar el otoño que es a mi gusto la mejor época para ir en bici.
Y esa ultima salida muy cundiente eh? 95 kilómetros!
Saludos!
Sí, yo lo intento, pero siempre me sale el tochazo :p
ResponderEliminarHacemos lo que podemos, Theo, que no es poco. La semana pasada hizo un tiempo perfecto para salir con la bici. Por lo menos para mí.
Y la verdad es que rematar la semana con una salida larga, aunque sea por carretera, pues te deja con muy buen sabor de boca.
A ver si podemos seguir así.
Y tú no te "dejes" mucho...
¡Salud!
Ese Bruno,menuda rutita la del sabado,por los km tiene pinta de que te vas a preparar algo interesante,jejeje.
ResponderEliminarBueno ahora si que es tiempo de disfrutar, ver nuevos caminos y probar materiales como el sillin para ir ajustando a nuestra comodidad .
JORGEHERRAEZ
Pues sí,Jorge, la ruta estuvo muy guapa. Ya había pasado antes por esas carreteras, y lo cierto es que me gustan mucho.
ResponderEliminarPero no me estoy preparando nada, sólo estoy preparándome para lo que haga falta, jejeje...
Lo del sillín (y el culotte), es una tarea que nunca me acaba de quedar zanjada. ¡Qué difícil!
¿Tú no haces nada, o qué?
Kumpañññ!!!! que "jartá" a leer me he pegado.
ResponderEliminarVeo que entre semana no pierdes el tiempo para nada, haces bien hay que aprovechar al máximo.
Y el recorrio del finde muy bueno, se nota el entreno que haces entre semana, me llevas con la lengua fuera bribón.
Ayyy... esa carretara como te gusta. Al final te veo con una flaca. Eso engancha... y mucho. Tiempo al tiempo.
No pares, sigue así que te va muy bien. Doy fé.
Jejejeje, el otro día sí que acabaste "jarto"...
ResponderEliminarYa ves que entre semana hago lo que puedo, si es que tengo ganas. Y el fin de semana, si el plan es bueno, no me voy al Montseny, ¡jajaja!
Ayyyy, la flaca... me gusta, pero ¡es que es muy flaca!
Venga cumpany, que seguro que la próxima salida juntos ya me llevarás a rebufo... como siempre.
Un placer rodar contigo.