Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

jueves, 13 de mayo de 2010

Subiendo la moral


El martes me llevé la comida al curro, con la intención de llegar a casa comido y coger la bici para hacer una salida de 3 ó 4 horas. A la hora de la verdad, ni tenía hambre, ni ganas de llegar a casa recién comido y coger la bici. Así que me fuí del trabajo sin comer, y pensando "ya veremos qué hago cuando llegue a casa".

La clave fue encontrarme a Jorge al salir de trabajar.
El primo de Carlos, con el que iremos al Soplao, me estuvo comentando la marcha que había hecho este domingo pasado, la Terra de Remences, de 175 km, para bicicleta de carretera. Le había ido muy bien (enhorabuena), y había recuperado la moral de cara al Soplao, pues últimamente se notaba un poco bajo de forma.

Hablamos un poco de la "táctica" que habrá que seguir en el Soplao, ir en grupo, a un ritmo tranquilo, parando en todos los avituallamientos, y de que así conseguiríamos acabarla más o menos bien.

Y también estuvimos comentando que para ese día (el martes) lo ideal era hacer una salida que no fuera exigente en lo que a desnivel se refiere, para así disfrutar de la ruta y no llegar a casa machacado moralmente.

Y así fue como, al llegar a casa, y después de tener que obligarme un poco, me preparé, comí un par de barritas energéticas, y salí dispuesto a hacer una salidita corta, de disfrute más que nada.

Desde casa fuí hasta Corbera Baja, para coger el camino del Cau de la Guineu (por fin habían quitado los árboles de en medio del camino) en dirección a la N-340.

"Chino-chano", sin forzar, pues me notaba un poco cargado de piernas, llegué a la carretera y me incorporé a ella para subir hasta La Creu d'Ordal, en el antiguo puerto. Subí a un ritmo bastante bueno.

Al llegar allí hice un pequeño tramo de tierra para subir hasta la base de una antigua torre del Telégrafo Óptico, ahora en ruinas, y amenazada de derrumbe por los límites de las enormes canteras que hay en esa zona del Ordal.

La vieja torre del Telégrafo Óptico del Ordal


Después de un rato largo haciendo fotos (no quería tomarme la salida en plan entrenamiento estricto) decidí dar la vuelta y bajar hasta la urbanización El Lledoner, para adentrarme por la montaña y bajar hasta Olesa de Bonesvalls.
Por el camino, aprovechando para dar pedales y mantener una buena cadencia de pedaleo.

Antiguo ¿horno de cal?, en las afueras de Olesa


Llegado a Olesa fuí hasta el final del pueblo y dí la vuelta para volver a subir al Lledoner, sin tener claro qué haría luego. La subida, a un ritmo bastante bueno para lo que yo recuerdo que había hecho en otras ocasiones. Y eso que no me notaba muy fino muscularmente hablando, pues tenía los cuádriceps un poco agarrotados.

Una vez en El Lledoner, y viendo que iba bien de fuerzas y de ganas, vuelvo a subir a La Creu d'Ordal, para luego seguir en dirección al Puig d'Agulles por el camino que pasa al lado de las canteras.

A medio camino me paro a hacer unas cuantas fotos del tremendo destrozo que están haciendo (ya hace unos años) en la montaña.

A un lado del camino, una parte de una de las canteras

Al otro lado del camino, una parte de la otra cantera

Aquí hubo un día una colina


Después del reportaje fotográfico sigo mi camino hacia el Puig d'Agulles, pensando en no subir hasta la bola, pues no había necesidad de hacer ese duro último tramo, de rampas del 16-18-22%, y con los últimos metros rondando el 30%, ya que me notaba los cuádriceps y los tendones de las dos piernas un poco fatigados.

Sin embargo, al llegar allí no pude evitar las ganas de subir hasta la cima, y es que muy pocas veces he estado a esa altura del camino y no he subido hasta la bola.

Ya en la cima, y aprovechando que a esas horas los rayos del sol incidían de forma idónea en la montaña, estuve un rato disfrutando de las vistas y haciendo unas fotos.
Y es que era el día de perder unos minutos haciendo fotos, y disfrutar de la ruta de otra manera.

Abajo, el Fondo de Mas Granada

Un día para disfrutar de las vistas

El punto geodésico, y la bola


Después de estar un rato experimentando con el zoom de la cámara, ya inicié el camino de regreso a casa, bajando a la falda de la montaña, y subiendo hasta la entrada de la urbanización Safari, donde aproveché para hacer las últimas fotos del día.

Montserrat desde el Safari


Ya desde allí, carretera de bajada hacia Corbera (dando pedales para aprovechar un poco más la salida), el repecho hasta la entrada del pueblo, y callejeo hasta casa.

Finalmente, después de casi 3 horas y cuarto con la bici, hice una salida de 41 kilómetros en 2 horas y media de pedaleo, con un desnivel de 950 metros.

No está mal para ser de relax


En resumen, una salida de "relax", sin el estrés del entrenamiento estricto, y que me sirvió para recuperar un poquito la moral, pues comparé lo que había hecho con lo que habría hecho sólo hace unos pocos meses, y llegué a la conclusión de que estoy bastante mejor que entonces.

Así, después de que el sábado llegara a casa un poco desanimado (y eso que había batido todos mis records), el martes conseguí re-animarme un poco.

De todas maneras, el Soplaoooo... será otra historia.

Bruno

4 comentarios:

  1. Si señor, de vez en cuando apetece algo tranquilo,te recuperas fisicamente y mentalmente ,el sabado si hace bueno tambien saldre, nos vemos maquina.

    ResponderEliminar
  2. Así me gusta, recuperando y con la moral a tope. A mí me harán un camino a Castellar de N'Hug, pero a tí el Puig d'Agulles te lo tendrán que poner más alto, jeje...
    Buena ruta de recuperación kumpañ, por si no te habias enterado, hoy en Burgos nevando y el Soplao allí al lado. ¿Miedo?, ¿quién dijo miedo?
    Ánimo y al toro, hay que pillarlo por los cuernos.
    Mañana hablamos para el sabado.
    A por ellos, ¡OE!

    ResponderEliminar
  3. Sí Jorge, me vino fenomenal hacer una rutilla tranquila, disfrutando de la bici, y sin agobios por hacer grandes cosas. Esa conversación que tuvimos fue determinante.
    A ver qué hacemos el sábado.
    Y eso de máquina... maquinilla como mucho.

    Carlos, no sé cuántas veces habré subido ya al Puig d'Agulles. Y sí que es verdad que me gustaría que la subida fuera un poco más larga...

    Que poco nos queda compañeros, esperemos que esta semana haga buen tiempo, que si además del sufrimiento físico hemos de sufrir metereológicamente hablando, vamos buenos.

    Saludo os

    ResponderEliminar
  4. ¿Que pasa con la crónica del sábado?

    Kumpañññññññññññ!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar