Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

domingo, 23 de enero de 2011

APURANDO LA "PRIMAVERA"


Pues no he tardado tanto en volver a salir...

Este jueves quedé con unos compañeros de trabajo para hacer una rutita por la mañana, antes de ir a trabajar. Me levanté a las 7 y cuarto de la mañana, con la sensación de que fuera sábado en lugar de jueves, y es que una de las cosas buenas que tiene salir entre semana es que parece que estás de fiesta aunque en realidad sea un día laboral.

Antes de las ocho y media ya estaba subiendo en dirección a La Creu Aregall, con 5º C de temperatura según el termómetro de la farmacia. La verdad es que la sensación térmica no era para nada desagradable. El día estaba algo nublado, pero se preveía una mañana más bien soleada. Como digo en el título de la entrada, había que aprovechar la primavera, que para el viernes ya se anunciaba que llegaba “por fin” el frío.

Habíamos quedado en una de las entradas a la urbanización El Taió, de camino a Martorell, que es desde donde vendrían mis compañeros. Pero esta vez no tenía intención de ir por carretera hasta allí, sino que una vez llegara a La Creu Aregall (hasta ahí sí que subí por carretera) bajaría por un camino que tenía metido en el gps, y que según los mapas me llevaría hasta el punto de encuentro con ellos.

Llegué bien a La Creu, sin forzar, alto de pulsaciones pero no demasiado, e intentando calentar bien las piernas de cara a la larga bajada que me esperaba. Una vez en la urbanización me metí por uno de esos senderos descubiertos últimamente, muy divertido por cierto, y ya encaré el camino de bajada siguiendo las indicaciones del gps.

Había algún pequeño tramo embarrado

Esta zona de la montaña es bastante húmeda


Con cuidado en algunos puntos, debido al barro deslizante que había y a unos perros que se empeñaron en saludarme a pesar de los “gritos” de su dueña (vaya tela con la peña), fui bajando el primer tramo del camino, que ya conocía, para poco después empezar el tramo desconocido, que resultó ser (ya me lo esperaba así) una larga y muy rápida bajada, con tramos de mucha pendiente, y por un terreno en buenas condiciones que sólo exigía ir apretando los frenos para no embalarse demasiado.

Según bajaba pensaba en lo mucho que nos iba a costar subir por ahí, pues eso es lo que supuestamente teníamos planeado, y pensaba yo que quizá iba aser demasiado exigente como para aventurarnos a hacerlo. Salvo algún corto tramito de “descanso”, el resto de la bajada tiene una inclinación considerable, y además es bastante larga.

Desde La Creu hasta allí abajo tardé 20 minutos en hacer 6 kilómetros. Así que teniendo en cuenta las pendientes por las que había bajado (450 metros de descenso acumulado), calculé que podríamos tardar entre una hora y una hora y media en hacer el recorrido de subida. En cualquier caso, aún no habían llegado mis compañeros, así que cogí la carretera y salí a su encuentro, que no era plan quedarse parado y coger frío.

Al poco me cruzo con dos que venían. Eran Ángel y David, que se habían adelantado a Juan y Antonio, que aparecerían un rato más tarde. Cuando ya estuvimos todos juntos empezamos el camino de subida, que después de varios comentarios míos sobre la conveniencia o no de hacerlo, resultó que el camino que Ángel tenía previsto no era exactamente el mismo que había hecho yo, sino que, aún yendo a parar al mismo sitio, era otro camino, un poco más largo, pero con menos pendiente media. Aún así, la subida no dejaba de ser suficientemente dura como para no tomárselo con calma.

Fuimos subiendo cada uno a su ritmo, con Juan, que es el que está más fuerte de todos, haciendo alguna que otra escapada para poder hacernos unas fotos (no veas si da juego la cámara de mi madre...), y Ángel constantemente siguiendo mi rueda, que aunque él dice que no, yo le veo bastante bien de fuerzas. Tampoco es que yo esté muy bien precisamente, así que a lo mejor tiene razón él cuando dice que está fatal.

Esta vez llevaba fotógrafo personal

Con la tontería, Ángel y yo casi nos la pegamos

Antonio escoltando a David

Un par de paraditas para que David recuperara el aliento (según me comentaron llevaba un par de años casi sin hacer nada), alguna que otra foto más, y a seguir con la rutilla, que discurre por una zona a la que por suerte aún no han llegado los ecos de la civilización, y se puede disfrutar de unas bonitas vistas de las montañas casi vírgenes.

Juan echándole un cable a David, que ya iba muy justo de fuerzas.
Al fondo a la derecha, las ruinas del Castell de Sant Jaume

El grupo al completo


Una vez llegamos al punto en el que se encuentran el camino que hice yo de bajada con el que veníamos haciendo de subida, decidimos separarnos ya, que se nos echaba la mañana encima y había que ir pensando en volver para casa. Así que nos despedimos y ellos tomaron camino de vuelta (de bajada, qué suerte) hacia Martorell, y yo aún tuve que subir un par de kilómetros hasta llegar a La Creu Aregall, y ya luego por carretera bajar hasta Corbera.

Llegué a casa un poco justo de tiempo, después de 2 horas y tres cuartos de ruta, en las que hice un total de 29 kilómetros, en  algo menos de 2 horas y media de pedaleo, con un desnivel acumulado de 900 metros. No está mal para haber sido una salida matinal pre-jornada laboral, y teniendo en cuenta que no estoy nada bien de forma.

Subir y bajar, subir y bajar


Una mañana muy bien aprovechada, disfrutando de una rutilla corta pero divertida, acompañado por compañeros de trabajo con los que nos echamos unas buenas risas, y apurando los últimos momentos de este invierno primaveril que estábamos teniendo. Ya los días que vienen, veremos si salgo o no, que no estoy con muchas ganas de pasar frío.


Bruno

4 comentarios:

  1. Buena salidita kumpañ, mejor eso que no hacer nada. Joder si yo pudiera....
    Si tenemos un hueco y nos apetece pasar frío, la próxima salida quedamos, aunque se en "inviernil", jejeje.....
    Parece que tus tendones te estan dando una tregua, buena señal.

    Nos vemossssss!!!!!

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  2. Pues sí, la salidita estuvo bien. Y para haber sido antes de ir a trabajar, pues más.
    Pero lo de los tendones no es tal como lo dices, porque aunque no he puesto ningún comentario, sí que me dolió o molestó el del cuádriceps de la izquierda. Pero bueno, tampoco fue tanto. Claro, como tiro de molinillo...
    Cuando podamos y no nos dé pereza, nos pegamos una rutaca buena.

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  3. HOA PAVO SOY JUAN.LA PROSIMA SALIDA SERA MAS LARGA.PERO SI LA HACES TU SERA MUCHISIMO MAS LARGA,JAJAJAJAJAJ

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  4. ¡No sabes cuánta razón tienes, Juan!
    El día que hagamos una salida "organizada" por mí, te vas a tener que traer la tienda de campaña para hacer noche a saber dónde...
    Pero de momento lo dejaremos para cuando esté un poco más en forma. Te vas a librar y todo...

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