Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

sábado, 24 de abril de 2010

Cumpleaños sobre ruedas


Última salida “seria” con Carlos antes de la Maratón de Los Monegros, a la que iremos el sábado que viene.
La idea era hacer unos 120 kilómetros, con un desnivel que rondara los 1000 metros, para así hacer un simulacro de la prueba de Los Monegros.

Había quedado con él a las ocho y media de la mañana en Molins de Rei, debajo del puente de Cuatro Caminos, desde donde iríamos hasta Martorell siguiendo la margen izquierda del río Llobregat.
He llegado un poco antes de la hora prevista, y he aprovechado para retocar la posición de un viejo sillín Duo-Power que compré el viernes en la tienda de un amigo. La verdad es que estos sillines son una maravilla.

Al cabo de unos minutos llegó Carlos e iniciamos la ruta conjunta. Hemos empezado a un ritmo ligero y bueno (para mi gusto), siempre intentando mantener una velocidad medianamente alta, pues como él siempre me dice, en Los Monegros tendré que salir un poco más “a saco” de lo que a mí me gusta, ya que si no me empezará a adelantar gente y me comeré unos cuantos kilos de polvo del desierto zaragozano.

Ya digo que para mí el ritmo al que hemos empezado era alto (ya venía desde casa ligerito, para calentar), aunque Carlos no lo crea así, y es que él está en una galaxia situada a años luz de la mía, y eso no se puede remediar.

¿Os acordáis de cuando el Coyote se hacía con un cohete de la marca Acme, se subía en él e intentaba coger al Correcaminos? Siempre se pasaba de largo, luego el Correcaminos se ponía a su lado, decía “mic-mic”, y salía flechado. Sólo se veía la estela de polvo que dejaba.
Ha habido un momento del camino a Martorell en que ha pasado algo parecido. Yo me he puesto a tirar delante de Carlos (una de las pocas veces que he podido hacerlo), y al poco, “mic-mic”, aparece él a toda velocidad, y segundos después, lo único que quedaba de él era un rastro de polvo levantandose del camino al paso de su rueda trasera.

Bueno, con la tontería siempre nos echamos unas risas.

Allí en Martorell hemos subido “la tachuela”, o sea, el Turó de les Forques, arriba del cual hay un punto geodésico, donde hemos parado un par de minutos. Tengo que decir que otras veces que lo habíamos subido, hace ya muchas semanas, siempre lo subía, menos el último trozo, con el plato pequeño y jugando con tres o cuatro piñones. Hoy lo he subido entero con el plato mediano. Ya es un avance para mí.

Desde allí hemos vuelto hasta Molins de Rei, donde nos hemos salido del río para ir, ahora por carretera, hasta La Palma, donde hemos hecho parte del camino (la de la subida más dura) que descubrí el miércoles de esta semana.

En la Font del Marge, de La Palma


Luego hemos entrado en el pueblo, y en una pastelería he comprado un pequeño brazo de gitano que nos hemos comido para “celebrar” mi cumpleaños, que era hoy.
Unas fotos, quizá no en el lugar más bonito para ello (bueno, era sólo por hacer la gracia), y unas risas.

 Soplando las velas


Después del pequeño refrigerio hemos continuado la ruta, otra vez hasta Molins de Rei, donde hemos tomado el camino de la margen derecha del río, en dirección a El Prat.

Al poco de empezar el camino ha llegado mi momento glorioso de la jornada...
Después de bajar un instante la vista para poner bien el pedal y engancharme el pie izquierdo, al volver a levantarla me quedaban escasos centímetros para comerme la rueda trasera de la bici de Carlos, que, extrañamente (en mi opinión) estaba casi parado, deleitando su vista con la imagen de la llegada de alguna riera de las que desembocan en el río.

He frenado, pero por supuesto no me ha dado tiempo de esquivarlo.
Resultado: espectacular salto de medio mortal hacia delante, con tirabuzón incluido, y tremendo costalazo que me he dado contra el suelo, que precisamente en ese punto era de cemento, y rugoso. ¡Qué duro estaba el cemento!
He caído de lado, golpeando con todos los huesos que podían golpearse. Tobillo, golpe y herida. Cabeza del peroné, golpe y herida (por suerte no me he dado en la rodilla). Trocanter mayor (hueso de la cadera), tremendo golpetazo, con “chichón” y herida. Extremo del cúbito (a la altura del codo), golpe, “chichón” y herida.

Después de unos instantes de quedarme inmóvil por el tremendo dolor en la cadera, y de unas risas, sobretodo por parte de Carlos, ja, ja, le he dado la cámara para inmortalizar el momento, y ya me he levantado, algo más tranquilo, pues aparte del golpetazo no había nada que lamentar.

Incapaz de levantarme


Bueno, pues hemos seguido hasta la Playa del Prat, donde hemos hecho una paradita para recuperarnos un poco del esfuerzo y de nuestros dolores. Carlos con molestias en su rodilla izquierda (ese tendón que no le deja tranquilo), y yo con el dolor de la cadera sobretodo, y también con los isquiones ("los huesos del culo”), un poco tocados ya de ir tantas horas apoyados en el Duo-Power (aún así me parece muy buen sillín).

Hoy la cosa iba de "caretos"


Después de la paradita, otra vez hacia Molins de Rei, ahora ya a un ritmo que cada vez iba siendo más lento (por mi parte), pues empezaban a pasarme factura los altos ritmos que había estado manteniendo durante toda la ruta.
Justo antes de salirnos del camino del río nos hemos despedido, yo con una cara de “apajarado” total (según Carlos, que se reía y me decía que no iba a llegar a Corbera), y él con la intención de subir a Santa Creu d’Olorda antes de irse para casa.

Me he estado unos minutos allí, estirando las piernas, ya que tenía principios de calambre en el vasto interno (por detrás del muslo) de la pierna derecha, tomándome un gel para aguantar los últimos kilómetros hasta casa, y bebiendo isotónico para reponer sales minerales e intentar parar el principio de calambre.

Ya he entrado en Molins, donde me he encontrado con mi tía Rosi, y he seguido por carretera hacia Corbera.
Esos últimos diez kilómetros me han costado bastante, y no por ir “apajarado”, que no iba, sino por el cansancio muscular y el dolor “cular” que llevaba encima.

Cómo habrán sido, que faltando 200 metros para llegar a casa, en la rotonda de Can Xorra me he tenido que parar porque, ahora ya sí, me estaban dando calambres en la pierna derecha. Tras un rato de estiramientos, y de acabar las escasísimas reservas de líquido que me quedaban, ya he tirado para arriba y he llegado a casa, después de apurar subiendo hasta la Font del Rabadà.

Al final, contento con la salida. He llevado un buen ritmo durante casi toda la ruta, que he aguantado bien hasta los últimos 15 kilómetros, y aunque no me ha salido todo el kilometraje que pretendía, sí que he hecho un buen simulacro para el sábado que viene.
Creo que mal del todo no lo haré.


Distancia recorrida: 113 kilómetros
Altitud mínima: -7 metros, máxima: 299 metros
Desnivel acumulado subiendo: 915 metros
Tiempo: 7 horas
Tiempo real de pedaleo: 5 horas 45 minutos


Las rodillas no me han dolido (creo que con este sillín van menos forzadas), los tendones tampoco (una ligera molestia en la pierna izquierda durante el primer tercio del recorrido), y el sillín lo voy a dejar puesto para Los Monegros, pues aunque he llegado con los huesos doloridos, la zona del perineo no me ha molestado casi nada.

Eso sí, he llegado hecho polvo.
A ver qué pasa el sábado...

Bruno

4 comentarios:

  1. Felicidades Bruno, buena salida os habeis metido, a este paso no os podre seguir en el soplao...

    ResponderEliminar
  2. Buena ruta la del sábado, por cierto, ¿que tal esta tu maltrecho cuerpo?
    Espero que te hayas recuperado para el sabado que viene, del golpe y de la super pajara, jeje...
    Creo que tus fotos tienen demasiada resolución para mi blog (vaya tela de ordenata que tengo), si antes solo eran 5, ahora solo me deja poner tres.
    Bueno, a recuperarse y nos vemos mañana kumpañ.

    Carlos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Jorge! Felicidades para tí también, que fue tu santo y tu cumpleaños, y no he tenido la oportunidad de felicitarte.
    Ha estado bien la salida, sí, pero el Soplao, ayyyy, no sé qué tal lo pasaré. Espero que no muy mal...
    Nos vemos cualquier día!

    ResponderEliminar
  4. Hola Carlos, je, je, buena ruta, buena compañía, y buena caída.
    Cómo te reías, eh, bribónnnn!!! No era para menos, aún me rio yo ahora...
    Pues hoy estoy mejor de lo que esperaba. Con agujetas (sobretodo en la pierna derecha), y un poco dolorido del golpetazo, pero no demasiado.
    Se me ocurrió "adelgazar" las fotos que te mandé, pero al final se me pasó, y claro, son muy pesadas.
    Bueno, mañana nos vemos, compa!

    ResponderEliminar