Sin metas pero con objetivos, sigo disfrutando de las bicis y de otras actividades. Intento aprender continuamente para mejorar como persona, física y mentalmente. Este blog sigue siendo una especie de diario personal en cuanto a lo ciclístico, pero va siendo hora de ir añadiéndole algunas cosas más que también captan mi atención...

jueves, 6 de octubre de 2011

MÁS PRUEBAS


Ayer era día de hacer un par de pruebas de cara a la maratón del sábado, además de que tenía que salir por lo menos una vez esta semana, que ir con una semana de descanso tampoco era buena idea.

Por un lado quería hacer un simulacro de lo que podrían ser los primeros kilómetros de la ruta de este sábado. Dado que el punto de encuentro será en Gelida y saldremos en dirección al Puig d’Agulles, quería comprobar si llegaría ya con un gasto de energía innecesario caso de salir desde mi casa en bici y tener que subir primero a La Creu Aregall. Bueno, innecesario seguro, pero, ¿lo pagaré volviendo de Sitges?

Ya que estaba, aproveché para hacer el trayecto un poco más divertido, con lo que en lugar de ir simplemente por carretera, intenté hacer todos los tramos de tierra, con senderos incluidos, que pude. De esta manera aún di más rodeo del estrictamente necesario.

La conclusión es que lo mejor sería ir en coche hasta Gelida, ¡jajajaja!

Si salgo de casa ya en bici, y hago el trayecto que hice ayer, llegaría a Gelida con 1 hora, 12 kilómetros, y 330 metros de ascensión acumulada ya en mis piernas. Es poco, sí, pero teniendo en cuenta que aún quedarán unos 90 kilómetros y 2500 metros de ascensión más…
Ya veremos.

A mi paso por Gelida, su castillo


De Gelida subí al Puig d’Agulles por el camino de la Font Freda (así empezará la ruta), y claro, ya que estaba por ahí, ¿cómo no iba a hacerle una visita a “la bola”?

La bola y su poder de atracción

A esas horas, la luz permitía unas bonitas vistas


Que quede constancia...


Hasta aquí ya es una ruta de las que antes me habrían dejado satisfecho: 20 kilómetros, 800 metros de ascensión, 1 hora y ¾ pedaleando. Me podría volver a casa tranquilamente. Pero como hay que entrenar me tocó seguir con la ruta y darme unas cuantas vueltas más por la zona de El Lledoner, haciendo a la inversa unos caminos que he recorrido en otras ocasiones.

Ya de vuelta a casa aún disfruté de unos senderos por la zona de la Font de Sant Ponç, abrigado ya con los manguitos, una braga en el cuello, y el cortavientos. Ayyy mi calorcitooo, que ya se acaba…

Bueno, al final de la tarde había pedaleado durante 3 horas, y recorrido casi 40 kilómetros con 1200 metros de ascensión. Teniendo en cuenta que menos los primeros kilómetros subiendo hacia La Creu, el resto del recorrido lo hice forzando con desarrollos que no suelo usar, y que rodé por unos caminos muy pedregosos y complicados, la salida la puedo considerar bastante bien aprovechada.

Puntiagudo


“El tendón” me molestó a ratos, pero no me preocupé mucho de él. No sé si eso será bueno o no, pero es que a veces aburre.

La otra cosa que quería probar era un sillín que tomé prestado de una tienda, y que hay que decir que le quedaba bien a la bici. Pero parece ser que a mi culo no le ha gustado tanto como a mí. Así que volveré a poner el “sillón decatloniano”, que, siendo el más aparatoso de todos los que he llevado, ha resultado ser también el más cómodo.


Bruno

2 comentarios:

  1. Por fín, como me ha costado y la verdad que no se como lo he echo, pero da igual...
    Buena salida kumpañ con buen desnivel, espero te sirva de algo de cara a ese sábado. Tú siempre descubriendo caminos.
    Ponte a entrenar y deja de investigar, jaja...
    Voy a las otras entradas..
    Nos vemos.

    ResponderEliminar
  2. Creo que voy a dejar las salidas "en serio" y me voy a dedicar a las salidas "de reconocimiento". Mucho más entretenidas, y menos estresantes...

    ResponderEliminar